Marcan fallas en restauración
| Autor | Patricia Cordero |
A cuatro décadas de restauración profesional en México, la falta de conciencia en cuanto a la conservación y las carencias técnicas y tecnológicas de los especialistas ofrecen un panorama lamentable para esta disciplina, opinan investigadores.
En el marco del foro por el 40 aniversario de la fundación de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, que depende del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), restauradores e investigadores participaron en la mesa de análisis Cómo ven la restauración en México.
"La restauración es llamada siempre como medida emergente y de segunda mano, mas no como parte de un proyecto interdisciplinario o una necesidad permanente", consideró Carlos Vidal, titular del Centro INAH-Campeche.
El investigador propuso que esta tarea convoque varias disciplinas -como la antropología, la arquitectura y la administración- para mejorar las estrategias de conservación.
Además, planteó una revisión integral a nivel nacional de la intervención a los sitios históricos y arqueológicos, para que las acciones a desarrollar se planeen a largo plazo.
Otro punto débil, agregó Vidal, está en la educación que ofrece la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía.
"Los restauradores de nuevo ingreso en el INAH desconocen las labores cotidianas, como supervisión de obra y peritajes. Es necesario delimitar las acciones de cada profesionista dentro del instituto para evitar que otras áreas invadan al área de la conservación del patrimonio".
El presbítero Armando Ruiz, director de la Comisión de Arte Sacro del Arzobispado de México, reconoció la profesionalización de la restauración, pero confesó percibir un mal panorama en ese ámbito.
"Hay muchas carencias y muchos agujeros. Muchas faltas de criterio, de ciencia y de conciencia, sobre todo falta de formación en los directos responsables y detentadores del patrimonio", señaló.
Ruiz planteó la necesidad de fomentar la conciencia de la restauración preventiva, planeada e integral como parte de la conservación.
Anotó que la reparación de los acervos redunda en un beneficio a la comunidad, como en el caso del arte sacro que se encuentra en las iglesias de barrios, pueblos y ciudades, al que se le puede sacar partido a través del turismo cultural.
Un ejemplo de dicho patrimonio es la escultura del Niño Pa en Xochimilco, el cual ha merecido recomendaciones de los especialistas en restauración y conservación del INAH desde hace 10 años.
La...
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