Marcan demócratas su estilo
| Autor | Alberto Armendáriz |
EL NORTE / EU
DES MOINES.- Todos proponen mayores inversiones en salud y educación, revertir el recorte de impuestos a la gente de altos recursos que decretó George W. Bush, se oponen a mantener tropas estadounidenses en Iraq y critican de varias maneras la aplicación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (NAFTA).
Aunque no hay muchas diferencias en las posturas de los precandidatos demócratas, son notables las diferencias en el estilo de cada uno al hacer campaña, como demostraron en Iowa los cuatro aspirantes.
Con un toque muy europeo -educado en Suiza y luego en Suecia- John Kerry no puede desprenderse de la imagen de "new englander" de familia de clase alta de Massachusetts, pues llega a los mítines vistiendo pantalones de gabardina, saco sport y camisa blanca que acompaña con gastados mocasines.
Alto y atlético, el Senador de 60 años, veterano de la guerra de Vietnam, es el prototipo del héroe americano, valeroso, simpático, con sentido común; una suerte de Harrison Ford con más edad, que llega acompañado de música de Bruce Springsteen.
A los mítines suele ir acompañado por su segunda esposa, Teresa Heinz, la "heredera del ketchup", quien con sus anillos de oro y diamantes aporta mayor sofisticación a la pareja.
Una estrategia mucho más directa utiliza la esposa de John Edwards, Elizabeth, una abogada de gran físico que cuando no está trabajando o cuidando a sus hijos pasa por las casas de los vecinos para tomar té y convencerlos de votar por su marido.
Los Edwards se muestran a sí mismos como una familia que supo vencer la adversidad y ser felices a pesar de la muerte de uno de sus hijos en un accidente automovilístico, hace ocho años. En la solapa de su saco él siempre lleva un prendedor que fue de su hijo fallecido.
Optimismo y una visión de futuro es lo que "vende" Edwards, con su cara de niño bonito que lo hace verse mucho más joven de lo que realmente es. Para resaltar su jovialidad, acompaña sus trajes oscuros con tenis negros.
El Senador de Carolina del Norte es el favorito de las abuelas, quienes se muestran encantadas con sus penetrantes ojos azules, su radiante sonrisa, su acento sureño y su discurso falto de ataques a los otros candidatos demócratas.
El representante de Missouri, Richard Gephardt, en cambio, es un consumado orador en gigantescas presentaciones. La espina dorsal de su campaña son los sindicatos y entre sus miembros se mueve como pez en el agua.
Apela en sus discursos a su pasado proletariado...
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