Marca al olimpismo

AutorAdrián Basilio

El Movimiento Olímpico actual no sería el mismo si México no hubiera organizado los Juegos Olímpicos de 1968.

Tajante, lo asevera así en entrevista Javier Ramírez Campuzano, hijo de Pedro Ramírez Vázquez, presidente del Comité Organizador de la primera cita veraniega celebrada en un país de los llamados en vías de desarrollo, como se les conocía entonces.

Gracias al trabajo y la visión de ese reconocido arquitecto, quien diseñó una de las imágenes y tipografías olímpicas más llamativas hasta ahora e introdujo la Olimpiada Cultural, el olimpismo entró en una nueva dinámica a partir de entonces, agrega Ramírez Campuzano.

"(Haber sido México sede) representó muchísimas cosas, pero, sobre todo, la oportunidad para el País de proyectarse a la altura de la dignidad que merece, proyectar la capacidad de organización, que México mostrara un espíritu humanista no sólo en cuanto a la organización de un evento deportivo, también enriquecer el espíritu olímpico con un programa cultural que constó de 19 eventos", señala Ramírez Campuzano.

CUESTIÓN DE PRINCIPIOS

El también arquitecto destaca varias decisiones de su padre para que México celebrara los Juegos de la XIX Olimpiada respetando los valores olímpicos, pero también los principios tricolores y que, a decir suyo, no son muy conocidos.

"El olimpismo le debe mucho a México. Por ejemplo, ha sido la única Olimpiada en la que ha participado la Santa Sede, cuando en el sistema de México había una separación Iglesia-Estado exagerada. Fue también una lección de humanismo, porque ha sido la única vez, hasta donde sé, que México logró que el COI (Comité Olímpico Internacional) se echara para atrás en una decisión, en este caso invitar a Sudáfrica", afirma.

"En su sesión de Grenoble, en febrero del 68, el COI determinó que Sudáfrica debía ser invitada con argumentos de que la delegación sería mixta y cosas así, pero sería inaceptable que un país con esa política de segregación (racial), de total violación a los derechos más elementales, a los más obvios mínimos de respeto, y no se podía aceptar eso.

"Cómo evitas algo a lo que estás obligado, pero al mismo tiempo no va con tus principios ni con la política de tu país, y ahí es donde entra la estrategia de ver qué valores tiene cada quien.

"Giorgio de Stefanni, de Italia y presidente de la Federación Internacional de Tenis, ya había aceptado (la asistencia de Sudáfrica), y entonces se le dijo: 'ponemos al tenis como deporte de exhibición, pero te echas para...

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