Marca impopularidad primer año de Sarkozy

AutorMónica Delgado

Corresponsal

PARÍS.- En un ambiente de decepción y de crisis económica, Nicolas Sarkozy celebra hoy el primer aniversario de su elección como Presidente de la República Francesa.

El Mandatario, que accedió al poder con un cómodo margen de 6 puntos por encima de su rival socialista, Ségolène Royal, y con un aura de un hombre de acción con voluntarismo político, enfrenta ahora una tasa récord de impopularidad y un horizonte cargado de problemas económicos.

Apenas le tienen confianza entre 36 a 42 por ciento de los franceses, según las cifras de distintos estudios de opinión. Un descontento que ya se tradujo en una sanción electoral con la derrota de su partido político, Unión por un Movimiento Popular (UMP), en las elecciones municipales del pasado mes de marzo.

"El Jefe del Estado que llegó al Elíseo con más atributos que la mayoría de sus predecesores, los dilapidó casi con tanta energía como la que empleó en obtenerlos", observa en su editorial el vespertino Le Monde.

Al principio de su mandato Sarkozy sí aprovecho su apoyo en las urnas y mantuvo una popularidad que ningún otro Presidente había logrado antes. Ni las vacaciones lujosas en Malta a borde del yate de un amigo millonario, ni la reforma fiscal con exoneraciones para los más pudientes, ni las protestas y manifestaciones de los ferrocarrileros por la reforma del sistema de jubilación o las de los estudiantes por la reforma universitaria mermaron esa popularidad.

Pero hacia finales de 2007 los nubarrones se acumularon y sus apoyos empezaron decrecer.

Para explicar las razones de este cambio y el desapego profundo que se ha instalado entre Sarkozy y los franceses desde entonces, los analistas esgrimen tanto problemas de imagen y de comunicación como una coyuntura internacional desfavorable y la decepción causada por el programa de reformas.

"Entre mayo y noviembre había sincronía entre la imagen y el mensaje presidencial de trabajar más para ganar más", explicó el sociólogo Denis Muzet.

Pero a partir de ese momento, Sarkozy acumula contradicciones y errores políticos, como la acogida suntuosa que dio al líder libio, Muamar Ghadafi, en contradicción con el discurso para defender los derechos humanos que había prometido durante su campaña presidencial.

En su conferencia de prensa de Año Nuevo, el Presidente reconoció que las arcas estaban vacías y que él no podía sacar dinero de donde no hay, un discurso que contradice el voluntarismo político que lo había caracterizado.

Según las...

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