Maquillan a Infante

Mientras las tumbas de la mayoria de los huéspedes del lote de actores en el Panteón Jardín muestran evidencias de olvido, las de figuras como Pedro Infante, Jorge Negrete y Blanca Estela Pavón lucen cuidadas por familiares y admiradores, como Amparito Robles, presidenta del club de Infante.

En espacio de uno por dos metros, con lápidas cubiertas de polvo, hojas secas de árboles aledaños y la paradógica leyenda "al inolvidable", los sepulcros del "Chato" Ortín (1953), "Nanche" Arozamena (1951) y "Cuatezón" Beristáin (1948), entre varios más, contrastan en tamaño y cuidado con los de las grandes estrellas.

Blanca Estela Pavón (1949), inolvidable pareja de Infante en el cine, tiene reservada una capilla, aislada del resto de artistas, con por lo menos 6 floreros de gladiolas y limpias placas de recuerdo, con una que le dedicó Carmen Montejo.

El reposo de Jorge Negrete (1953) coincide con la imagen extraescena del actor y cantante: hay sobriedad en el espacio que ocuparían 15 criptas de las normales, con verde pasto cuidado, un mausoleo triangular y placas de familiares, acaso algunos ramos florales y el zoclo del terreno reluciente de pintura negra sobre las grecas que lo adornan.

Es motivo de visita constante del público, aunque no en bloque, de quienes acuden a ver a sus difuntos, comenta un encargado de cuidar tumbas en el lugar al sur capitalino.

Pedro Infante

El sepulcro de Infante (1957) es modesto, comparado con el de Negrete, pues ocupa lo que serían tres criptas de las más comunes...

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