Manuel Molano / Costos del monopolio

AutorManuel Molano

En fechas recientes los mexicanos hemos sido testigos de una discusión clave en el sector energético. Cada opuesto en el espectro ideológico tiene una idea de qué hacer, desde los que pugnan porque no se haga nada hasta quienes buscamos una reforma agresiva.

En ella, hay aspectos del negocio petrolero que creo que es importante ponderar en términos de su costo y beneficio.

La exploración para buscar petróleo es un negocio de alto riesgo. Muchas petroleras, incluso aquellas de propiedad estatal, celebran contratos con terceros especializados en la localización de reservas. México no permite asociaciones con nadie para hacer esto. Al no tener tecnología adecuada ni capital, exploramos poco y tenemos pocas probabilidades de encontrar petróleo. El País no puede recibir el valor esperado de las reservas por anticipado.

En este primer aspecto, el costo para el País es mayor que el beneficio. Como no encontramos nuevos yacimientos, nuestra producción está decreciendo. Quizá sería un buen momento para que la clase política mexicana reflexione si nuestro sistema tradicional, que prohíbe a PEMEX asociarse, es uno de los factores causantes de este declive en las reservas.

En la producción de petróleo, México también pierde porque la productividad media de los trabajadores de la industria petrolera mexicana es poco menos de la tercera parte de la de los petroleros en los Estados Unidos.

Otra manera de entender esta cifra es que el trabajo que hace un solo individuo en una petrolera en Estados Unidos, aquí lo hacen tres compadres y que cada uno de ellos cobra exactamente lo mismo que el gringo. Éste es el resultado del poder ilimitado que adquirió el sindicato petrolero desde los años 50.

Aquí se entremezclan los veneros del diablo y la ineficiencia de nuestros mercados laborales. Como los tres compadres producen petróleo que debería tener un costo de producción tres veces menor, ahí el costo-beneficio también es negativo. Claro, excepto para los tres compadres: ellos son más mexicanos que usted y que yo, y para ellos el costo-beneficio de las prebendas sindicales es positivismo.

Con respecto a la comercialización de petróleo crudo en el mercado internacional hay un aspecto positivo y uno negativo: es bueno recibir divisas por la exportación de cualquier cosa, y el petróleo no es la excepción. Sin embargo, esos dólares nos causan un mal conocido como enfermedad holandesa. Los dólares recibidos encarecen nuestra moneda con respecto al dólar, lo cual...

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