Manuel J. Jáuregui / ¿Quién pone el ejemplo?

AutorManuel J. Jáuregui

En toda su máxima expresión atestiguamos ayer a las "fuerzas vivas" de la Nación reunir- se en Palacio Nacional en torno al Presidente en la vieja tradición conocida como "El Besamanos".

Este ritual ocurre siempre después del Informe de Gobierno anual (tanto en su nueva expresión como en la antigua), conformando una simbólica señal de unidad y solidaridad en torno al Poder Ejecutivo y su titular.

Ahí estuvieron reunidos los representantes de los tres poderes, Gobernadores, líderes empresariales, líderes partidarios, líderes sindicales, luminarias de todas las disciplinas, en suma: los "capi di tutti capi" de la Nación.

Ante ellos, el Presidente Peña Nieto resaltó las bondades de las reformas, les agradeció su apoyo a los legisladores, prometió no subir más los impuestos (noticia sería que hubiese ofrecido BAJARLOS) anunció lo del nuevo aeropuerto del DF, sus logros en materia de seguridad (discutibles), prometió apertura, pero sobre todo, pidió a todos un "cambio de actitud" que acompañe al "nuevo" México.

¡Nos parece magnífico que el Presidente señale la necesidad de una nueva actitud! Lo único que nos gustaría saber es ¿y quién pone el ejemplo? ¿A quién le toca cambiar primero su actitud? Por ejemplo, frente a la corrupción, la impunidad, la injusticia y los abusos de poder.

Estamos seguros que no pocos de ustedes estarán de acuerdo en que quien en esta materia debe poner el ejemplo es el GOBIERNO MISMO.

Y cuando decimos "Gobierno" queremos decir el Poder Ejecutivo federal, que al reunir en torno suyo a la "créme de la créme" de la sociedad demuestra simultáneamente a su gran poder de convocatoria la enorme capacidad que posee de influir en la misma sociedad.

Ciertamente que tenemos dentro de las diversas "reformas" un nuevo marco legal en muchas áreas, que potencialmente acarrea la posibilidad de serle enormemente benéfico a México.

Sólo que una cosa es el potencial de una medida, y otra muy diferente los beneficios concretos que de ella se puedan derivar.

A lo que vamos es que, por supuesto, mucho depende de la implementación de estos cambios, área en la que sin duda una nueva actitud rendiría enormes frutos. Pero ésta por parte de la autoridad, que es la encargada de la implementación de este nuevo marco.

El diablo está en el detalle: en...

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