Manuel J. Jáuregui / 'Sedazol'
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
Oiga usted, amigo lector, en lo que al manejo de recursos se refiere, la Sedesol (ahora rebautizada como "Sedazol") resultó ser un cedazo, una coladera, con la que recursos presuntamente destinados a los pobres fueron cribados y transformados en efectivo y desaparecidos al son de más de 700 millones de pesos.
Dice la ex responsable de este organismo, quien papeles en mano fue captada "in fraganti", Rosario Robles, que "no hay pruebas" que la liguen al desvío.
Debemos inferir entonces que ella estaba en dicha dependencia como esferita: esto es, "de adorno", al frente de la "Sedazol" durante el sexenio fatídico de Peña Nieto.
Sería sumamente importante en este caso que dijera la señora Robles si ella NO FUE la responsable, ¿entonces quién fue? ¿Quién daba las órdenes de sustraer los fondos y mandarlos entregar en efectivo a personas y domicilios falsos, inexistentes o completamente ajenos al desfalco masivo?
Francamente nos parece criminal que "alguien" se ROBE los recursos de los pobres de manera completamente desfachatada, cínica, descarada, con toda impunidad y tolerancia.
El dinero ya se lo robaron, recuperarlo equivale a cerrar la puerta de la caballeriza después de que el caballo se escapó relinchando.
A estas alturas, a lo único que podemos aspirar los mexicanos es a que los responsables -sean quienes sean- reciban el castigo que su abominable ratería amerita.
Éste no sólo para que sirva de escarmiento a los funcionarios que vienen, sino para que de frente a los mexicanos se haga JUSTICIA.
Hay hambre y sed en México, pero la sed predominante es de justicia, de que por fin exista en México un apartado: de un lado los buenos, y en el otro, con acceso directo al sótano infernal, LOS MALOS. Quedarse con el dinero destinado a los pobres es algo que sobrepasa la indignación... ¿cómo jijos de María Morales se atreven?
Robar es de por sí malo y reprensible, pero ¿robarles a los pobres? Se requiere de una ausencia total de moral, de decencia, de mátere, para poder ser artífice o cómplice de un despojo que lastima a los más necesitados.
Nada esperamos -para ser francos- del actual Gobierno saliente, durante cuya gestión se dieron estos atracos y otros similares.
Es más, pudiera ser, existe la sospecha de que habrían sido...
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