Manuel J. Jáuregui / No contaron bien
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
Estamos seguros que la OCDE se equivocó al colocarnos en el tercer lugar mundial de "ninis" (los que ni estudian ni trabajan).
Si contara bien esta organización e incluyera también a los políticos "ninis" (los que ni atienden ni resuelven), México se llevaba de calle el campeonato mundial.
Sobrada evidencia tenemos de la abundancia de estos "ninis" políticos, tan numerosos que si volaran no veríamos el cielo en 15 días.
Mas lo que seguro les sorprendió a ustedes es que esta voluminosa parvada la encabezara nadie menos que el Presidente Felipe Calderón, quien con uno de sus ya tradicionales arranques verbales se puso a la cabeza de los ninis políticos mexicanos con un discurso despatarrado a más no poder.
Agrediendo el lunes sin necesidad a un público neutral, en la comida de los "300 líderes más influyentes de México", entre varias cosas disparatadas que dijo el Presidente encontramos estas perlas de su sabiduría política: "Así que yo quiero invitarlos, amigas y amigos, a que en estas elecciones si no les gustan los partidos políticos, hagan un partido político, si no les gustan los candidatos a diputados, sean ustedes los candidatos a diputados... si no les gustan los candidatos a Alcaldes o Gobernadores, o Presidentes de la República -sin agraviar a los presentes-, sean ustedes los candidatos".
Censuró a los "líderes" presentes por comodinos y se hizo la víctima de la crítica: "Es del cocol ser político y aguantar todo lo que se dice de los políticos en este país".
La única conclusión posible que se puede sacar de la diatriba presidencial es que el Presidente trae por algún lado una ventolera calada que topó en cuello de botella, seguramente porque a sus delicados oídos han llegado observaciones tales como el que su candidato escogido (y bordado) a mano, Ernesto Cordero, batalla para pintar en las encuestas, y que doña Pepina lo supera holgadamente sin mayor esfuerzo.
Seguramente le han taladrado dicencias que ligan a su Administración directamente con los operadores políticos más marrulleros del PAN, en complicidad con casineros: fuertes aportadores a sus campañas políticas -según consta en el último secuestrado ejemplar de Proceso- y seguramente también alguien osó profanar los tímpanos presidenciales haciéndole llegar el mensaje -a través de la versión humana de la Carabina de Ambrosio, Gustavo Madero- de que mientras el PAN no renunciara y...
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