Manuel J. Jáuregui / Doble negativa
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
En el lenguaje, una doble negativa se convierte en afirmación, pero en acciones de Gobierno una doble negativa no sólo no conduce al acierto, sino que puede acarrear consecuencias fúnebres.
No nos referimos meramente a lo semántico, sino al hecho de que se puedan potenciar dos decisiones erradas para juntas agarrar una fuerte sinergia que nulifique muchas otras buenas acciones.
En lo que va del 2020 nos han sobrecogido noticias que acarrean consigo el potencial de un fuerte daño colateral, desde la posibilidad de una guerra entre Irán y Estados Unidos hasta noticias económicas con el componente de un arrastre económico como desenlace de fenómenos como el Brexit o la guerra comercial de Estados Unidos con China.
En MÉXICO, cuando menos, han surgido dos componentes novedosos que encapsulan la dicotomía económica en la que se encuentra nuestro País, que no parece acertar en destrabar su enorme potencial.
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El anuncio de China (quesque comunista) en el sentido de que ABRIRÁ su sector energético a la participación de inversión PRIVADA; ello cuando México (supuestamente democrático) se CIERRA a la participación de la inversión privada en el sector energético.
Obvio, esta decisión del coloso asiático nos pone -de inmediato- en una desventaja severa de incompetitividad en cuanto a la inversión fija directa extranjera se refiere.
Si es que México fue -en alguna ocasión- el "sabor del mes" en el mundo de las finanzas y la inversión, casi seguro que ya no lo sea: las señales mixtas emanadas del actual Gobierno en su relación con el sector privado han enturbiado las aguas, ello mientras en otras partes del mundo han surgido oportunidades de inversión con mejores condiciones que las disponibles en nuestro País.
¿Crecer el PIB al 4 por ciento? Nadie -salvo los que se emborracharon con el Kool Aid- lo cree.
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Como para reforzar, machacar, comprobar y rematar lo que se ve, se vive y se siente a consecuencia de la atonía económica, el IMSS ha revelado que en el 2019 se creó la MITAD de los empleos que se generaron en el 2018 (que de por sí eran pocos).
Salta a la vista que sin empleo no hay salario, sin salario no hay poder de compra, sin poder de compra no hay demanda, ni crecimiento económico, y sin éste tampoco salud y mucho menos bienestar.
Para...
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