Manuel J. Jáuregui / Discrecionalidad mata
Autor | Manuel J. Jáuregui |
Seguramente están de acuerdo, estimados lectores, que las leyes y las reglas existen para dar CERTEZA a la sociedad.
La certidumbre, en cuanto a la relación causa-efecto del comportamiento humano, tanto a nivel personal como a nivel corporativo y empresarial, resulta ser un ingrediente indispensable para la buena marcha de cualquier sociedad.
Tristemente, este ingrediente es uno que en México -como muchos otros- resulta escaso, de hecho, bastante escaso.
Esta incertidumbre, esta discrecionalidad en la que nos movemos en este México Mágico se adjudica tanto al aparato de justicia inoperante que tenemos, y que no ha generado otra cosa que impunidad e injusticia, como se aplica también a las decisiones de Gobierno.
"Barriéndose en home" nos acaba de caer un ejemplo que en unos renglones les compartiremos y que viene como anillo al dedo para ilustrar este vicio de la discrecionalidad: esto es, cuando las reglas y las leyes se aplican "a criterio" de los funcionarios encargados, y no como especifica la intencionalidad del ordenamiento. Dicho sea de paso, esta discrecionalidad forma parte de una serie de "plataformas" que son las que dan sustento a la impunidad y a su hermana gemela, la injusticia.
Cuando todo queda a juicio del burócrata en turno, a unos se les aplica la ley y a otros se les extiende el favor.
Veamos el caso: Sucroliq es una empresa orgullosamente mexicana, que crea empleos y paga impuestos en México. Por lo tanto, y en teoría, las autoridades mexicanas están para defender los derechos comerciales de esta empresa, y en general de todas. Bien, Sucroliq presentó ante la Secretaría de Economía una queja por DUMPING contra productores norteamericanos de miel de maíz, ya que venden en México -libre de arancel a precios subsidiados- un endulzante que compite y desplaza a los edulcorantes mexicanos. Sucroliq vende esencialmente azúcar líquida, por lo que tiene todo el derecho de procurar la protección de las leyes y tratados comerciales a los que México se apega cuando de competencia dispareja se trata.
Pues bien, los "genios" de la Secretaría de Economía le desecharon a Sucroliq su petición, pese a reconocer en privado que sí hay dumping de fructosa en México, porque -afirmaron en su negación- lo que Sucroliq produce...
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