Manuel J. Jáuregui/ Estado de indefensión
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
El lunes antepasado se reunieron en la capital los representantes de las aerolíneas privadas del país y el secretario de Comunicaciones, Cerisola.
El tema: ¿cómo piensa el gobierno mexicano ayudar a las líneas aéreas mexicanas a sobreponerse a la crisis desatada el 11 de septiembre? A la reunión no asistieron los representantes de las dos grandes: Aeroméxico y Mexicana, seguramente debido al hecho de que se manejan aparte ya que CINTRA, la "holding" que las controla, es propiedad del propio gobierno.
En esta reunión el secretario Cerisola se portó muy comprensivo con la difícil situación de nuestra industria aérea y ofreció tratar de implementar medidas de apoyo mediante alguna consideración en el precio del combustible.
El tráfico aéreo nacional e internacional ha sufrido una importante disminución: vuelos cancelados y muchos de los que operan lo hacen con números de ocupación sumamente bajos, arrojando pérdidas.
La situación es apremiante para nuestra industria aérea, la cual debe seguir pagando sus gastos fijos, al tiempo que sus ingresos se han desplomado. Esto la ubica en una posición de vulnerabilidad muy importante ante la competencia externa.
Conviene recordar que con todo lo golpeadas que estén, las líneas aéreas estadounidenses han recibido un paquete de apoyo equivalente a 18 mil millones de dólares; mientras que las nuestras (hasta el momento) no han recibido nada más que una promesa.
El hecho de que los "grandes" no hayan estado en la reunión con el secretario no quiere decir que no requieran ayuda: se encuentran también en una encrucijada.
Por lo pronto, se sabe que van a tener que efectuar despidos, y para tal fin se están poniendo de acuerdo con las autoridades del Trabajo para que éstos sean lo menos traumáticos posibles.
Lo que de aquí en adelante haga o no el gobierno mexicano y sus autoridades para ayudar a las líneas aéreas nacionales será determinante.
Si la competencia recibe 18 mil millones de dólares en apoyos y nuestras aerolíneas no reciben nada, es obvio que se creará una situación de desigualdad. Nuestras líneas aéreas quedarán en un estado de indefensión ante la fortaleza relativa de su competencia estadounidense.
Obvio es que el gobierno mexicano no tiene 18 mil millones de dólares como para inyectarle a las líneas aéreas. Nadie espera que la ayuda sea de esta magnitud. Lo que se espera es una serie de pequeños estímulos que sumados hagan la diferencia entre poder seguir operando y tener que dejar de operar.
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