Luis Manuel Garza / El verdadero cáliz de Cristo

AutorLuis Manuel Garza

Según José Saramago, cuando Jesucristo suplicó a Dios que apartara de él cáliz que iba a sufrir, momentos antes de ser entregado por Judas, no se refería al calvario que iba a padecer en la crucifixión, sino a los horrendos crímenes que durante siglos se cometerían en su nombre.

En "El Evangelio según Jesucristo", el novel de literatura supone que Dios habló con Jesús antes de ser apresado, para explicarle lo que serían las Cruzadas y la Inquisición, informándole sobre los cientos de miles de seres humanos que serían torturados y asesinados en nombre de ellos.

En ese diálogo imaginario del novelista portugués, Jesús se enteró que su viacrucis provocaría en el futuro millones de calvarios iguales o peores para quienes dudaran de su existencia o creyeran en otro Dios, o simplemente para quienes desacataran sus mandamientos. Previó múltiples crucificados, destripados, degollados, quemados, lapidados, ahogados, descuartizados, estrangulados, desollados, alanceados, corneados, enterrados, serrados, asaeteados, amputados y desgarrados.

Siguiendo con la idea de Saramago, Jesús lloró al enterarse que quienes torturaran y asesinaran en su nombre perfeccionarían los métodos para infligir sufrimiento y crearían una serie de instrumentos de tortura y muerte, los cuales provocarían que las víctimas de los mismos desearan haber sido crucificadas.

"No quiero esa gloria", dice Saramago que dijo Jesús a Dios, lamentando lo que se cometería en su nombre y negándose a aceptar que eso pudiere llevarse a cabo por quienes en el futuro se dirían sus seguidores. Jesús, resignado, aceptó ese cáliz que perduraría por siglos: ver su nombre involucrado en la aplicación de su antidoctrina.

Siguiendo con la idea de Saramago, supongo que Jesús de Nazareth se enteró en ese diálogo con Dios que los líderes de su Iglesia, en el futuro, no serían pobres como él, sino ricos, como los conductores religiosos de ese momento, quienes pedían su cabeza y estaban a punto de conseguirla.

Cuánta razón tiene José Saramago. Las Cruzadas y la Inquisición mostraron la cara del Diablo con el nombre de Dios. Tergiversaron la doctrina de Cristo de una manera evidente. Quienes torturaban y asesinaban en nombre de Dios, se convirtieron en anticristianos.

Mel Gibson tiene ya el tema para "La Pasión de Cristo II", en donde los protagonistas sean aquellos que fueron victimados por quienes se decían seguidores de Jesucristo; en dicho filme puede mostrarse el sufrimiento emocional que sintió Jesús...

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