Manual del Conductor / Los dos extremos del espectro vial
| Autor | Rodolfo Sánchez S. |
Curioso, pero podríamos formar un diccionario de los fines para que los distintos grupos de personas, según oficio y edad, destinan o necesitan manejar, dependiendo de sus propias necesidades y que conviene conocer si quiere, como simple educación vial general.
La Juventud
El joven, casi siempre lo hace (manejar), por el placer que proporciona el poseer un vehículo, presumirlo ante sus amigos y amigas y experimentar el riesgo de la velocidad. Lo malo del asunto es que a esa edad lo difícil es distinguir entre la velocidad y el peligro.
Un joven casi nunca piensa en la muerte, menos que le suceda mientras maneja su propio coche. Desafortunadamente aprenden después de alguna muy mala experiencia, si es que han tenido la fortuna de quedar lo suficientemente bien para contarlo, principalmente cuando ha estado presente el alcohol.
Con frecuencia la mala experiencia puede dejarle a un joven un serio trauma psicológico que le hará más difícil el proceso de recuperación y de re-aprendizaje.
Trauma
Como el caso real de un adolescente en Estados Unidos a quien me tocó enseñarle a reponerse para manejar después de que había sufrido un serio accidente automovilístico que lo dejó con trauma psicológico.
La verdad es que no supe si después se recuperaría, pues abandonó las clases antes de finalizar el curso y nunca más solicitó continuar. Demostraba gran dificultad inclusive para manejar en lugares amplios como dentro del estacionamiento de un centro comercial, haga de cuenta así como el de Perisur en el D.F.
Difícil de creer pero no podía mantenerse por su lado derecho, cruzando constantemente la raya del centro. Yo tenía que intervenir sujetando el volante para evitar un choque, pues no había forma de que él se concentrara en lo que hacía, producto del temor que traía grabado en su mente.
La Edad de Oro
Otro grupo importante pero con fines o metas diferentes, es el de los adultos grandes, o personas de edad avanzada, pues a medida que avanza la edad se disminuyen las facultades necesarias para un manejo seguro como lo son los reflejos, agudeza vial y auditiva.
Primer caso
Les comento dos casos reales de dos señoras de edad avanzada. El primero de una señora de 91 años de edad, aferrada a que quería conservar su privilegio de portar licencia de manejo para gozar de movilidad e independencia. Su problema consistía en su reducida percepción de lo que acontecía a sus alrededores. Aparte, le gustaba manejar rápido, lo que me obligaba a recordar mis...
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