Manos que sueñan

AutorJosé Arrieta

FOTOS: ROBERTO ANTILLÓN

OAXACA.- "Quien no esté contento con el mundo, que se sueñe otro". Esta frase, adjudicada al cineasta francés François Truffaut, adquiere mayor sentido en este destino. Quizá tan fértil como sus valles, la imaginación de los oaxaqueños fluye y se desborda.

Alebrijes mágicos, nahuales protectores y rábanos transfigurados, conviven con artesanos que los llevan a la madera, al barro o al horno, para hacerlos una expresión tangible.

Herederos de la sabiduría zapoteca y mixteca, enriquecida por la influencia mexica e ibérica, sus artistas le ponen color a la realidad que, poco a poco, se confunde con los sueños al paso de sus manos.

SAN MARTÍN TILCAJETE: ALEBRIJES

Si los miras fijamente, parece que se mueven. No importa su color de madera desnuda, sus ojos no están vacíos.

Nacidos de la madera de copal y otras especies, los seres fantásticos del Taller de Jacobo y María Ángeles tienen un encanto poco común. Será el reposo que guardan, tras ser tallados por el artesano, o el cariño con el que toman los colores de las paletas de los decoradores, pero hay en ellos algo orgánico; dicen cosas a quien está dispuesto a oír.

"Aquí no hay secretos. Compartimos lo que sabemos con quien quiere aprender, el sol sale para todos", dice, orgulloso, Jacobo, el maestro de este nutrido taller, en el que jóvenes de toda la región aprenden la talla en madera que ha cobrado fama a nivel mundial.

Aunque todos los conocemos como alebrijes, en realidad se trata de conceptos distintos. Los nahuales son aquellos que están fusionados con el hombre, mientras que las tonas son figuras inspiradas netamente en la naturaleza.

Las tonas se basan en los animales enlistados en el calendario zapoteco, a los cuales se les concedían ciertas virtudes específicas que pueden manifestarse en quienes nacen en cierto día.

Los nahuales, en cambio, son guardianes y sanadores tradicionales.

De una enfermedad padecida por el artesano Pedro Linares nacieron los alebrijes, retomados por las localidades de San Antonio Arrazola y San Martín Tilcajete como emblema y con orgullo.

SAN BARTOLO COYOTEPEC: BARRO NEGRO

"Las mujeres no se pueden acercar a la mina. Como es mujer, se pone celosa", relata con naturalidad uno de los nietos de doña Rosa Real, pionera en la elaboración de artesanías de barro negro.

Una especie de terrón de color opaco pasa entre las manos de los visitantes. Parece mentira que esa materia, luego de ser moldeada por los artesanos y endurecida por el...

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