Manéjelos con precaución

AutorLuis Domínguez

Aunque una lata dura años, un congelado meses y una fruta días, su tiempo de vida y efectividad podría acortarse.

La llegada de la canícula el pasado lunes y, en ocasiones, el exceso de humedad en el ambiente, aceleran este proceso.

Y es que el manejo o cuidado inadecuado de cualquier producto puede hacer que éste se eche a perder o pierda sus nutrientes, provocando que caduque antes de tiempo, aseguran expertos.

"Como consumidores, a veces tenemos la culpa de que no manejamos adecuadamente el producto y (esto) hace que la vida útil (del producto) se vea disminuida", advierte Deyanira Trujillo Creado.

La directora de extensión de la División de Biotecnología y Alimentos del ITESM señala que los artículos que más se deben cuidar son los que tienen un alto contenido de proteína y que además necesitan refrigeración, como carnes, lácteos, pollo, pescados y mariscos.

"Si rompemos la cadena de frío que necesitan para mantenerse frescos y en buenas condiciones, puede haber un proceso de descomposición sin que la persona se dé cuenta".

Situaciones inapropiadas de almacenamiento del producto, como una temperatura inadecuada, exceso de luz y humedad pueden acelerar en el producto su fecha de caducidad y disminuir su vida útil, coincide Víctor Moreno, gerente del centro de tecnología de Sigma Alimentos.

El especialista en procesado de alimentos recomienda que los enlatados se conserven a temperaturas frescas, entre 20 y 25 centígrados, y nunca consumirlos si presentan algún impacto.

"Los golpes o abolladuras en una lata abren la oportunidad de perder esta hermeticidad (del producto), dando lugar a una posible contaminación con bacterias", explica.

Un factor que afecta la vida de muchos productos, especialmente los secos, es el exceso de humedad, añade José Garza, director general de Alimentos Adhoc.

"Un exceso (de humedad) puede propiciar el desarrollo de hongos y cambio de texturas (en el alimento)", comenta.

En el caso de frutas y verduras, Trujillo Creado señala que conforme van madurando pierden sus nutrientes y efectividad, sin embargo una manera de frenar este proceso es que antes de meterse al refrigerador se laven completamente y se evite colocarlas en bolsas de plástico y amontonadas.

Sin embargo, para verduras como lechugas y espinacas es mejor conservarlas dentro de la bolsa para evitar que se resequen y mantengan la humedad que necesitan, destaca Carlos Amaya Guerra, especialista en alimentos.

Las espinacas y el jugo de naranja son...

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