Mándalo listo y feliz

AutorRocío Fonseca

Prepárales un exquisito desayuno antes de mandarlos a la escuela y dales un buen lonche para el recreo: ésas son las dos cosas indispensables que a tus hijos no les deben faltar en este regreso a clases, opinan las expertas en educación: las mamás.

No los libros, no los útiles escolares, no los lápices ni las plumas y mucho menos la regla, el compás o las escuadras: no, el lonche y el desayuno son las dos cosas infaltables a la escuela.

"Yo pienso que antes de irse a la escuela deben tomar su desayuno, y dependiendo de lo que desayunen, hay que darles un buen refrigerio y, por supuesto luego su uniforme y sus útiles", explica Angélica Navarro, madre de familia de 37 años.

Una alimentación sana y un lonche que tenga como ingredientes alimentos nutritivos son los dos componentes en la vida de un niño que no deben faltar. Por lo menos eso es lo que piensan las mamás tapatías, las más competentes educadoras.

"El lonche no le debe faltar a un niño, y debe llevar pan, verdura, jitomate, quesos y jamón", dice Marisela Arriola, de 33 años.

El aprendizaje es más fácil si se goza de una correcta salud, y para lograrlo hay que comenzar con planear las tres comidas del día y los refrigerios. Para iniciar el día es necesario preparar un desayuno completo.

"Un desayuno completo necesita todos los grupos: fruta, verdura, proteínas, minerales y vitaminas; generalmente uno recomienda que vaya una porción de carne que son 30 gramos y puede ser una salchicha, en queso o huevo; las frutas de temporada; de verduras pues se es posible que haya algo agregado con la carne como cebolla, jitomate, o algo así, y una porción de pan. La leche se toma como opción, igual el yogur. Una porción de leche para los niños equivale a 120 mililitros, que es más o menos lo que deben tomar", asegura Elda Hernández, médico general con diplomados en nutrición clínica.

Para el recreo

Para completar la nutrición del pequeño estudiante, las mamás piensan que hay que darles un buen refrigerio, un lonche o cargarles la mochila con platillos que les gusten -para que se los coman- y al mismo tiempo los doten de la energía suficiente.

Preparar una colación o refrigerio fortificante resulta sencillo: una lonchera se puede ver pletórica de alimentos como gelatina, fruta, palomitas, juguitos, sándwiches con diseños especiales (caritas felices o con el pan tatuado y tostado) y pequeñas sorpresas que los niños agradecerán muchísimo.

"Hay cosas que los niños pueden comer sin que implique...

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