Del maltrato a la libertad

AutorImelda Robles

Si yo debía algo a la sociedad ya lo pagué con estos 15 años ocho meses de cárcel", dice Anita, hoy de 48 años, conteniendo el llanto.

El pasado 3 de noviembre, Ana Rojo Escobar salió del Centro de Reinserción Social Femenil. Recuperó su libertad tras ser sentenciada a 25 años de prisión por asesinar a Arsenio Hernández Morales, de 34 años, quien la tuvo en cautiverio ocho meses viviendo una violencia extrema.

Hoy en el Día Internacional de la Mujer cuenta su historia para visibilizar el doble infierno que enfrenta una víctima de violencia: primero con su agresor y luego ante las autoridades.

Obtuvo una reducción de casi 10 años de condena gracias a su buena conducta y a las asociaciones Promoción de Paz, Faro en el Camino, Comparte M y a las Voluntarias Vicentinas de Monterrey, que gestionaron los recursos para pagar su fianza.

"Cometí ese delito porque ese hombre me secuestró, porque ese hombre me pegaba, porque ese hombre me violaba, me tenía encerrada", expresa.

A cuatro meses de salir del penal, Anita, como le dicen, luce serena y recalca que jamás ha negado el crimen. La diferencia ahora es que está consciente de sus derechos, los cuales desconocía en 2007.

"Tengo una rodilla lastimada, él me tumbó los dientes y eso no lo vieron, nunca me lo preguntaron. Mi bebé -que concibió tras el abuso- murió a consecuencia de los golpes", agrega.

Durante los primeros seis años en prisión dice que jamás tuvo contacto con un abogado hasta que sus compañeras le informaron que debía tener uno de oficio.

"Siento que la justicia fue injusta conmigo, porque nada más calificaron que cometí un delito, más no el por qué lo cometí", cuenta.

"No supe que yo debí tener un abogado. Nunca supe que tenía derechos. Nunca, nada más me metieron al penal, me dictaron una sentencia de 25 años".

II

Anita conoce muy poco la Ciudad. Originaria de Coatzacoalcos, Veracruz, llegó a Monterrey engañada por un hombre con la ilusión de obtener un trabajo.

Al arribar a la Ciudad fue entregada a Arsenio, una persona alcohólica y violenta que la amenazaba y golpeaba con los puños y a patadas, aun embarazada, estado en el que quedó tras los abusos sexuales.

El homicidio ocurrió el 21 de abril del 2007.

Ese día Anita, con cinco meses de embarazo, volvió a ser brutalmente golpeada.

Debido al estado de ebriedad, Arsenio se quedó dormido y ella decidió golpearlo en la cabeza con unas tijeras para cortar metal y luego lo degolló con un cuchillo.

"Cuando yo le quito la vida a él, yo...

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