La magia de Varo

AutorLourdes Zambrano

La genialidad es difícil de esconder aunque su dueño se empeñe en hacerlo.

Esconder los diarios en los que vertía sus ideas, sus poemas, sus bocetos; rehusarse a hablar sobre ella; firmar cuadros con su segundo apellido para que no se le asociara con su nombre; convivir con un círculo exclusivo de amigos. Todo fue inútil. Remedios Varo no pasó ni pasará desapercibida.

Le bastaron sólo 54 años para dejar una huella en la historia de la pintura, en especial en la mexicana, un rastro que en la actualidad anima a celebrar el centenario de su nacimiento, que se conmemora hoy.

Poseedora de una imaginación libre, Remedios, como la llamaban, la dejó salir por distintos medios, desde la fabricación de su ropa y zapatos, pasando por sus cuentos, hasta sus recetas y su pintura, la que sí hizo pública.

Para Remedios, la magia era real.

Su casa siempre estaba llena de talismanes y objetos de los que le gustaba rodearse, como piedras, conchas, cuarzos o piezas de madera, cuidadosamente colocadas para maximizar la magia de cada una, explica Janet Kaplan, en la biografía Viajes Inesperados, una de las más célebres sobre la pintora.

Remedios, nacida en Anglés, en la provincia de Cataluña, en España, en 1908, se sintió cómoda cuando se encontró con los surrealistas, encabezados por André Breton, con quienes compartía la libertad creativa que le limitaba la Academia de San Fernando, en Madrid.

Pero las guerras la obligaron a huir de Europa y fue México su refugio desde 1941 hasta su muerte, en 1963, en donde encontraría la paz que no le dieron Marsella ni París ni España.

EL IMAGINARIO

La estética de Remedios es atrayente. Las líneas finas, el dorado, la meticulosidad, la alta dosis de fantasía y los rastros de una posible historia en cada hechicero.

Sus personajes tienen rostros en forma de corazón, con largos ojos almendrados, nariz recta y una cabellera abundante, que se asemejan a la propia artista.

"El imaginario de Remedios es ingenioso y versátil", señala Teresa del Conde, investigadora y crítica de arte, autora de varios textos sobre la obra de la pintora.

De niña, los constantes viajes que realizó con su familia por España y el norte de África le permitieron estar en contacto con diferentes escenarios que le sirvieron como inspiración para sus fantasías, en las que las travesías y las aventuras estaban siempre presentes.

"La mayoría del énfasis que ponía en el viajero y el viaje, llenos de encuentros con figuras amenazantes, podría considerarse como...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR