La magia de la maternidad
| Autor | Karina González |
Ser mamá es una experiencia que, si bien tiene un inicio, no posee un final. Y es que la aventura comienza al sentir cómo se desarrolla un bebé en el vientre y continúa al cargarlo y escuchar su llanto
La espera de un nuevo ser querido
Diana Brito ha tenido una gestación difícil, pues ha sufrido algunas complicaciones médicas, como una infección renal la cual hizo que adelgazara seis kilos.
Afortunadamente ahora goza de buena salud y, a sus 28 años de edad, espera emocionada a su primogénito varón, cuyo nombre será Joaquín.
"El día que recibí la noticia sobre mi embarazo, sentí que la vida me cambió de manera automática. Primero no podía creerlo, y después tuve muchas emociones, incluso miedo. Las hormonas se me revolvieron y me puse más sensible.
"Hoy en día, llevo siete meses de gestación. A lo largo de este tiempo, me han dado muchos antojos de galletas de chocolate con queso, arroz con atún y zarzamoras con leche", explicó Brito, originaria de Quito, Ecuador, y especialista en bioquímica y farmacia.
Como cualquier mujer que se encamina por primera vez a la maternidad, la también maestra de la Facultad de Química de la UNAM siente temores sobre cómo va a cuidar y educar a su hijo.
"No me imagino todavía cómo voy a ser como mamá. Tengo un perrito que muchas veces 'abusa' de mí porque sabe que lo quiero. Entonces, me cuesta trabajo poner límites.
"A veces no me cae el veinte de estar embarazada, pues, a pesar de que el bebé va conmigo a todas partes, no sé cómo va a ser cuando esté afuera. Me da miedo no saber bañarlo, por ejemplo, pero creo que al final el instinto maternal es poderoso", agregó.
Su pareja, Luis José, es ingeniero y músico y, para estar más en contacto con el bebé, le toca instrumentos como la flauta, a lo que el pequeño reacciona con patadas.
Diana quiere que el parto de Joaquín sea natural. No ha leído muchos libros, pues no quiere predisponerse sobre los dolores y contracciones, sino vivirlo de forma propia.
Asegura que la mejor herencia que puede darle a su hijo es la educación e independencia, es decir, que pueda salir adelante sin la ayuda de sus papás.
Felicidad después del gran día
Cambiar pañales, esterilizar mamilas, despertarse en la madrugada. Ser mamá es un enorme desafío, más aun cuando sucede por primera vez. Así lo piensa la diseñadora industrial Michelle Caraveo, quien tiene una pequeña bebé llamada Mía.
"Ser madre me ha cambiado la vida en muchos aspectos. Antes de la maternidad, tardaba 45 minutos en...
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