Las mafias de la gasolina

AutorRicardo Ravelo / APRO

MEXICO.- El robo de combustibles a Petróleos Mexicanos y la adulteración de gasolinas (Proceso 1350), fenómenos que crecen y se extienden por todo el País, están montados en una estructura de corrupción que escapa a todos los controles de esa empresa.

El director de Pemex-Refinación, Armando Leal Santa Ana, funcionario responsable de vigilar las operaciones de las refinerías, acepta que el poder corruptor de las mafias del combustible termina por salvar los controles e inspecciones que se han activado para frenar las acciones de los grupos organizados que actúan dentro y fuera de Pemex.

Desde el piso 40 de la torre de Pemex, el funcionario de 42 años de antigüedad explica que la forma de robarle los productos a Pemex para adulterar gasolinas es comparable, en estrategias, a los mecanismos que se utilizan para introducir drogas a Estados Unidos a pesar del cierre de las fronteras.

-¿Esto quiere decir que el problema es de tal magnitud que ya se les salió de las manos?

- Se le sale de las manos al País. Los controles existen, pero son violentados por la red de traficantes de gasolina, que dan dinero al portero de una refinería, por ejemplo, para que diga que las pipas entraron cuando no es así, y al otro vigilante también lo sobornan para que simule que el autotanque descargó el producto.

Leal, quien sustituyó a Jaime Mario Willars Andrade en el área de Refinación de Pemex -éste sigue bajo investigación por presuntas irregularidades y actos de corrupción en la construcción de la refinería de Cadereyta-, no tiene idea de quiénes pueden ser los funcionarios ligados a los traficantes: "Si lo supiera, ya los habría denunciado".

Pero ese negocio no sólo tiene que ver con Pemex-Refinación, sostiene: en el mercado ilícito de gasolinas están involucradas personas físicas que compran combustibles de octanos más altos en Estados Unidos, los introducen al País con permisos de importación falseados y luego los mezclan con otros productos.

Las ganancias, afirma, son millonarias, porque en Estados Unidos la gasolina tiene un costo menor -casi 50 por ciento menos que en México-, y al ser introducida al País todavía la adulteran y la venden al precio actual, ganando mucho dinero.

Impunidad y silencio

El problema se agrava por la impunidad y el silencio en que se mantienen varios casos de este tipo, como ocurrió en Torreón, Coahuila, tras el descubrimiento de gasolina adulterada que era vendida en las 10 estaciones de servicio propiedad de Christian Colliere...

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