Mafia de la prostitución

MÉXICO, DF.- ENTRE EL bullicio y la música se oyen los chicotazos que se dan los padrotes para probar su valentía. Es el carnaval de Tenancingo, en Tlaxcala, donde corren ríos de alcohol y el baile se prolonga hasta el día siguiente.

En ese escenario, familias de tratantes se repartieron hace ya 8 años La Merced y Sullivan, zonas de prostitución en el DF.

Una tarde de febrero del 2006, según testimonios, informes y expedientes en poder de METRO, varios de los tratantes más poderosos pactaron el reparto de territorios.

Estaban Alejo Guzmán Flores, Reynaldo Esquivel Reyes, Noé Quetzal Méndez, su hermano Israel, y padrotes de segundo nivel.

Acordaron que Guzmán Flores controlaría La Merced junto con Esquivel Reyes. Quetzal Méndez estaría al frente de Sullivan, con ayuda de Israel y "una señora güera que tiene todo arreglado con la autoridad".

Ella es Alejandra Gil, encarcelada en febrero y quien por casi 30 años controló el sexoservicio en Sullivan. Esto se supo gracias a la declaración ministerial de José Higinio Torres Flores, primo de Alejo, detenido en 2009 por la Procuraduría capitalina

"Mi primo se dedica a la trata en los estados de Puebla, Tlaxcala, Tijuana y la Ciudad de México, por lo que su situación económica mejoró en poco tiempo, lo ayudan mis también primos Gorgoño y Pedro Guzmán Flores", dijo en la averiguación previa FVC-1/T2/1243/06-07.

La red Tenancingo tejió lazos con propietarios de hoteles, como José Fernández, El Español, que tenía el Hotel Topacio, y los socios de Grupo...

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