Fue un maestro hasta la muerte

AutorTania Gómez

Román Piña Chan fue un maestro hasta el final. Quince días antes de su muerte, ocurrida la noche del martes a causa de un derrame cerebral, el comedor de su casa de Chimalistac seguía siendo el aula donde el arqueólogo recibía a sus alumnos los viernes y sábados.

"Su clase era fabulosa y amena, pero había que luchar hasta dos años para obtener un lugar en ella", recordó Ricardo Muñoz, uno de sus ex alumnos. "Siempre resolvía las dudas, y después de dos horas de explicaciones y disertaciones, nos invitaba a tomar café, a comer galletas y a contar chistes".

Ayer, durante su sepelio, el campechano que nació el 29 de febrero de 1920 fue recordado como el formador de las generaciones actuales de arqueólogos mexicanos.

Sergio Raúl Arroyo, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dijo que la institución donde Piña Chan fue subdirector y director de Monumentos Prehispánicos (1957) aplicará una de las enseñanzas de su vida: "Pugnaba por que prevalecieran los criterios académicos antes que los administrativos, como ha sucedido en los últimos tiempos, y ésta será una de las políticas a seguir en el Instituto, donde creo que debemos reanimar profundamente la vida académica".

Profesor desde la década de los 50 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el autor de Quetzalcóatl, serpiente emplumada (FCE, 1977) y Culturas y ciudades de los mayas (INAH, 1959) dejó de ir a la sede aledaña a Cuicuilco en 1984, cuando en la zona arqueológica de Becán cayó de espaldas y se dañó una vértebra lumbar. Ni siquiera la diabetes, que lo confinó durante casi dos décadas en una silla de ruedas, frenó su espíritu de mentor.

Antes de ser sepultado ayer en el Panteón Español, Piña Chan fue nombrado "Hijo Predilecto de Campeche", y se recordó que sus estudios de las culturas prehispánicas del Centro y el Golfo de México ayudaron a caracterizar la etapa llamada preclásica.

Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, informó que, con el consentimiento de los familiares del maestro, se realizará un homenaje nacional en su memoria.

"Es un hombre que ha dejado un gran legado con su obra y su vida. Es una gran pérdida. A lo largo de los años dejó mucha inteligencia y muchos conocimientos sobre lo que seguiremos estudiando", dijo Bermúdez.

Durante el velorio y el sepelio, miembros destacado del gremio de la arqueología mexicana, a quienes Piña Chan formó en las aulas, acompañaron a su familia. Entre ellos se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR