Maestro del cielo

AutorJosé Luis Adriano

Caminando por la calle, nadie sospechaba que traía un dron en la mochila, pues el nuevo modelo de DJI es tan pequeño como un Nintendo Swich cuando está en su estuche. Ahí, con las hélices dobladas, estaba más que listo para ser ensamblado y volar.

La portabilidad del Mavic Air de DJI es una pista de su facilidad de uso. Junto con el Spark, es el dron de la empresa más fácil de volar, por lo que está dirigido al mercado de los principiantes de la fotografía aérea.

El Mavic Air puede volarse manualmente o con piloto automático. Lo manejé por medio de una app, con su control remoto e incluso con 'la Fuerza', pues hizo caso a mis manos al hacer gestos para que se eleve, gire o se estacione. El modo más seguro es el control, con el que pude elevarlo más alto y mantenerlo en la posición correcta gracias a sus dos palancas.

Sin embargo, la aplicación móvil fue la que destapó su poder inteligente. Mis funciones favoritas fueron Asteroide, donde el dron se eleva, gira y luego desciende rápidamente para crear un clip de video con un efecto 360 que luce como si hubiera grabado un pequeño planeta. Hay otros modos, llamados Boomerang y Órbita, donde el dron graba distintos videos mientras vuela alrededor de ti y que lucen tan espectaculares como si hubieran sido grabados por un piloto profesional.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. El dron puede ser para principiantes, pero su aplicación móvil no. Además de que no está en español, la app DJI Go está tan saturada de botones y paneles que la primera vez que la abrí, no sabía por dónde empezar a explorar.

Por otro lado, está el piloto automático. Después de varias capturas exitosas con Boomerang...

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