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Maestro, amigo... casi padre

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Vincent
AutorEnrique González

Definitivamente, un amigo; por momentos, maestro; todo el tiempo colega, y en un nivel casi místico, casi un padre.

Discípulo confeso de Luis Barragán, Andrés Casillas es uno de los arquitectos que más pueden relatar la faceta de aquél como dador de ideas, ejercicio que a decir de Casillas no era precisamente el que más le agradaba.

"Era absolutamente reacio a eso; a Luis le costaba muchísimo trabajo parir cualquier cosa, necesitaba tener una gente de cierto nivel con quien rebotar ideas", comenta.

"No tenía ninguna capacidad de enseñanza y ni le interesaba. Voy a explicar por qué: no creía en la intelectualización de la arquitectura, nos burlábamos de todos esos arquitectos que hablaban y decían, esos que dictaban cátedra".

Desde su casa en Cuernavaca, este profesionista que compartió con Barragán caminatas por Chapultepec, cafés en Coyoacán o champagne en la Casa-Estudio de Tacubaya, recuerda claramente los pasajes de su trato cotidiano con el tapatío, un ser humano enemigo de la intelectualización profana de la profesión.

"Un día la entrevistó una muchacha preguntándole:

-¿Maestro, qué es para usted la estética?

-Para mí lo bonito es lo que me gusta

-¿Y qué es lo que le gusta, maestro?

-Pues lo bonito...

"Ese era Barragán", rememora Casillas, sin poder contener la carcajada.

Padre e hijo, sin palabras

Nunca hablaron de ello, pero para el autor del Templo de la Madre de Dios, en la Colonia Providencia de Guadalajara (claro ejemplo de su aprendizaje), la relación de padre e hijo que tenían Barragán y él era algo sobreentendido, algo que no necesitaba verbalizarse.

"Nunca, por buen gusto de los dos, se comentó esa relación de padre e hijo, a pesar de que estaba ahí la sensación... Esto es algo que a nadie se lo había dicho", confiesa el arquitecto.

Perfeccionista como pocos, Barragán era alguien que, si bien no le gustaba enseñar en términos académicos, sí buscaba permanentemente el enfrentamiento con otras opiniones.

"Tenía necesidad de tener alguien con quién rebotar ideas", explica...

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