Machismo y 'quimiofobia'

AutorIsrael Sánchez

Aunque el cáncer de próstata, primera causa de muerte por tumores malignos en hombres, es curable si se diagnostica a tiempo, temor y prejuicios en torno a la revisión y al tratamiento mismo mantienen a los pacientes en riesgo.

Hombres que evitan acudir a consulta con el especialista y a realizarse algo tan simple como una prueba de sangre, conocida como Antígeno Prostático Específico (PSA, por sus siglas en inglés), por miedo a que con esto se les encuentre la enfermedad, o incluso a que se les practique un examen de tacto rectal para confirmarlo.

"Es el temor, sí, de los pacientes primero a: 'No vaya a ser cáncer, mejor no me lo hago'. Y ya una vez que el antígeno salió elevado, pues el temor de ir al médico y ser sometido a una exploración rectal para tocar la próstata, y eventualmente tomar biopsia de ahí", cuenta en entrevista remota el médico oncólogo José Aurelio Athié Rubio.

"Nos enfrentamos a un tema cultural de machismo, del entendimiento de la masculinidad. Y esas conversaciones no son fáciles", dice, a su vez, Leticia Aguiar, representante de la Alianza Uniendo Fuerzas Contra el Cáncer de Próstata.

Más aún, una vez diagnosticados, algunos de estos pacientes pueden negarse a ser tratados, quizás por la denominada "quimiofobia", que si bien estrictamente refiere el rechazo a cualquier tipo de químico -"hay personas que ni aspirina quieren tomar por temor", ejemplifica Athié Rubio-, en este caso alude a la aversión hacia la quimioterapia.

"Es un temor que viene de tratamientos de hace 20, 15 años, o de películas que ven los pacientes, en donde ven el efecto de la quimioterapia", considera el especialista en oncología quirúrgica del hospital Médica Sur.

"Pero yo te puedo decir que, actualmente, hay medicamentos complementarios que quitan estos efectos adversos", agrega, en referencia a fármacos que ayudan a la recuperación de la médula ósea, por ejemplo.

HAY OTRAS OPCIONES

Antes de recurrir a la quimioterapia, existe toda una serie de opciones terapéuticas contra este tipo de cáncer, incluida la cirugía complementada con radioterapia, o la terapia hormonal. Esta última consiste en el uso de bloqueadores hormonales contra la testosterona, de la cual se nutren las células prostáticas.

"Estas células tienen receptores androgénicos para la testosterona; entonces, yo ocupo ese receptor o lo bloqueo, y la célula ya no tiene forma de continuar viviendo. y muere. Pero hay un grupo de células que se vuelven resistentes, como las bacterias...

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