El médico familiar debe ser el primer contacto
| Autor | María Silva |
Tener un médico cerca durante toda la vida seguramente creará confianza y un entorno más tranquilo para papá, mamá e hijos.
Generalmente, si el paciente se siente mal, busca al especialista de acuerdo a sus síntomas, pero en realidad se brinca un paso: contar con la vigilancia continua del médico familiar, para prevenir la enfermedad detectando los factores de riesgo y mantener su salud.
"La medicina familiar se enfoca a la atención de la familia, que es la unidad funcional de la sociedad, esto es, el médico familiar es quien tiene la visión de que el paciente no necesariamente presenta necesidades sentidas, sino también no sentidas, como las genéticas (riesgo de ser hipertenso o diabético), los estilos de vida -la mala dieta y falta de ejercicio- y conflictos familiares; un cuerpo de conocimiento propio que no tienen otras especialidades", explica Alfredo Cuéllar Valle, médico familiar.
A diferencia del médico general, que equivale a la licenciatura en medicina, esta especialidad requiere tres años de residencia y es la más extensa en México: hay más de 20 mil médicos familiares.
"¿Qué es lo que vemos en la familia? Su historia desde que nace como tal; cómo se desarrollan las diferentes etapas; los conflictos familiares que pueden surgir durante las crisis que se van presentando y cómo resolverlos, la comunicación interfamiliar, los roles y las jerarquías, quién lleva la autoridad, porque hay hijos que quieren pasar por encima de los padres, entre otros.
"Es la atención biológica, psicológica y social, que se le llama salud biopsicosocial, y se continúa durante toda la vida", agrega el también profesor de Infectología y Medicina Familiar de la UDEM.
Aunque la ciencia pocas veces repara en el deterioro de la salud por los conflictos familiares, Cuéllar Valle comparte que de alguna manera contribuyen a que una enfermedad se perpetúe o no pueda resolverse a tiempo.
Cita el ejemplo real de un paciente tuberculoso que por problemas familiares, fue abandonado por su esposa, hijos y hermano y, al caer en una depresión, dejó de comer y tomar sus medicamentos.
Como médico familiar, se debe liderar un equipo de salud con diferentes especialidades, para poder sacar a este tipo de paciente de ese círculo, como el nutriólogo, en la alimentación; el psicólogo, para su salud mental; un odontólogo que vigile su salud bucal, la trabajadora social, y la enfermera sanitarista que le da seguimiento al tratamiento.
"Este tipo de enfermedad también amerita un...
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