Luis Rubio / Reingeniería

AutorLuis Rubio

Los síntomas -y paradojas- son evidentes en todas partes. Nadie puede dejar de verlos, cualquiera que sea su posición, pertenencia partidista o actividad. El país hace agua por todas partes y, al mismo tiempo, cuenta con impactantes fortalezas que no se explotan a cabalidad porque algo las limita y entorpece. Hemos hecho ingentes avances en un sinnúmero de áreas y, sin embargo, hay algo que no acaba de cuajar: el cambio se da, pero no se consolida y la población no ve beneficios. Las disputas políticas cotidianas, que naturalmente se magnifican en periodos electorales, tienen razón de ser porque reflejan un sentir nacional.

Quienquiera que vea el panorama general no podrá dejar de observar los contrastes que nos caracterizan porque revelan nuestra forma de ser, pero también las limitaciones autoimpuestas al desarrollo. Aquí va una pequeña muestra de lo cotidiano, claramente no exhaustiva:

· Tenemos una pujante economía de exportación, pero no construimos la infraestructura necesaria -incluyendo seguridad- para que ésta se multiplique.

· No existe una sola economía nacional, sino al menos tres, con tasas de crecimiento dramáticamente diferenciadas (de Aguascalientes que parece un enclave asiático a Guerrero que apenas se mantiene a flote), pero el discurso político se concentra en cómo proteger al sur en lugar de qué sería necesario hacer ahí para imitar al norte.

· Los gobernadores no hacen su chamba: en lugar de gobernar -ser eficaces en la seguridad, infraestructura idónea para atraer inversión y empleos y mejorar la vida de sus poblaciones-, se dedican a la frivolidad y a construir sus siguientes chambas políticas o a financiar las de sus cuates. Algunos se adentran en las contiendas políticas nacionales como misión, abandonando su razón de ser. ¿Para eso se les paga?

· Hemos construido un costoso y no muy representativo poder legislativo que no le reporta a la ciudadanía, sino a los intereses particulares de los propios legisladores y sus jefes políticos. Las decisiones no se toman luego de debates relevantes, negociaciones entre partidos o convencimiento individual, sino de "intercambios" no siempre sacrosantos. Las oficinas privadas de algunos legisladores son prueba fehaciente de los criterios que animan sus decisiones y acciones.

· Las empresas elevan su productividad de manera prodigiosa, pero sus clientes se ven acosados por extorsionadores que demandan "derecho de piso".

· El gobierno federal restaura el control de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR