Luis Rubio / Cumplir la ley

AutorLuis Rubio

"Cuando visito un país -escribió Montesquieu- me preocupa menos conocer cuáles son sus leyes que saber si se aplican". El Estado de derecho es un fenómeno complejo que no permite definiciones fáciles. Algunos presidentes afirman que respetan el Estado de derecho porque cumplen la ley, jamás reparando en que el problema es que hace un mes cambiaron la ley a su antojo. En un famoso caso de la Suprema Corte de EUA sobre pornografía, el juez Potter Stewart afirmó que "sé lo que es cuando la veo". Algo similar se podría decir del Estado de derecho: cuando la ciudadanía vive tranquila porque sabe que nadie puede abusar gratuitamente de ella, existe el Estado de derecho.

El Estado de derecho tiene dos caras. Por una parte la capacidad de la autoridad para manipular la ley a su antojo, lo que viola la esencia del principio elemental de legalidad, que consiste en que las leyes deben ser públicas, conocidas por todos y aplicadas de manera justa. Cuando un gobernante enfrenta limitaciones efectivas a su marco de acción, el país vive en un Estado de derecho.

Pero hay otra dimensión que no es pequeña y esa es la del cumplimiento de la ley por parte de los ciudadanos: qué hace que un ciudadano cumpla la ley. Este también es un asunto clave, quizá implícito, en lo relativo a seguridad, policías y legalidad.

Según el estudio de Tom R. Tyler*, la gente cumple la ley cuando la considera legítima y no porque tema un castigo. La conclusión de Tyler, que realizó un extenso análisis fundamentado en encuestas, estadísticas y entrevistas, es que es mucho más importante, y rentable, para un sistema legal que la población lo respete a que se sienta amenazada por la probabilidad de ser castigada. Su aseveración principal es que a la gente le importa mucho más la legitimidad de la autoridad que los instrumentos con que trata de hacer cumplir la ley, argumento que contrasta dramáticamente con mucho de lo que se utiliza en el país en el combate a la criminalidad o a la evasión fiscal, por citar dos casos obvios. De ser válida la conclusión de Tyler, la interrogante crucial es cómo lograr esa legitimidad.

Desde la perspectiva de la autoridad responsable de que se cumpla la ley -y aquí Tyler supone una condición de estabilidad que no es típica de México-, lo crucial es menos la vigilancia por parte de policías u otros cuerpos estatales que el comportamiento de las personas en su vida cotidiana. Una cosa es lo que dice la letra de la ley o reglamento y otra es...

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