Luis Rubio / Autonomía valiente

AutorLuis Rubio

¿En qué se parecen el tren rápido a Querétaro y el flamante Instituto Nacional Electoral? Lamentablemente, la semejanza es menos altruista de lo deseable. Hace unos meses, el Secretario de Comunicaciones fue al Congreso a defender el proyecto del tren rápido a Querétaro, pero tan pronto llegó a su oficina dio media vuelta y anunció que éste se suspendía. La orden le había llegado de arriba. Su jefe, en uso de sus facultades ejecutivas, decidió cancelar y el secretario, como subordinado que es, hizo caso omiso de la evidente contradicción para anunciar que el proyecto se cancelaba.

El caso del INE fue similar, excepto que el presidente no es, o supuestamente no es, su jefe. El asunto es el anuncio electoral del PAN en el cual se criticaba el viaje del presidente a Londres con un grupo de (supuestamente) 200 invitados. Independientemente de la veracidad del spot, tan pronto se hizo público, el PRI protestó; el INE realizó su evaluación y concluyó que el anuncio no violaba las reglas establecidas y rechazó la protesta, permitiendo que el anuncio continuara. Sin embargo, al día siguiente, el INE recibió una carta de la presidencia en que se solicitaba la prohibición del anuncio, a lo que el consejo del INE accedió, modificando su decisión anterior (luego revertida por el Tribunal). El problema es que, a diferencia del secretario de Comunicaciones, el INE es una entidad supuestamente autónoma. En esta decisión mostró los límites reales a su acción y renunció a su autonomía.

El tema no es nuevo. El IFE, antecesor del INE, había estado integrado por consejeros nombrados por un plazo de ocho años pero en dos ocasiones se modificó la ley, misma que alteró no sólo la legislación respectiva sino la composición del consejo, por lo que ninguno de aquellos consejeros duró los ocho años comprometidos. Cabe la pregunta: ¿se modificó la ley para remover a los consejeros? Como no hay forma de comprobar lo contrario, uno tiene que concluir que al menos la supuesta autonomía no fue un freno para removerlos. Es decir, la autonomía vale sólo mientras no se ejerce. En consecuencia, es de suponerse que el actual consejo del INE, al aceptar su subordinación al presidente, está actuando para preservar sus ocho años.

El mismo fenómeno se ha repetido en los órganos reguladores (telecomunicaciones y competencia), que también han sido modificados con frecuencia. Ahora hasta hay cuotas partidistas para la integración de la Suprema Corte de Justicia. El...

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