Luis Rubio / La ilusión de la reelección

AutorLuis Rubio

Nada hay más peligroso que un fetiche, un culto supersticioso venerado como un ídolo. Como todos los mitos, la reelección de legisladores tiene una dosis de fábula, imaginación y realidad. En un contexto idóneo, la reelección puede transformar las relaciones políticas, creando nuevas formas de interacción y lógicas novedosas en la toma de decisiones. Bien concebida y estructurada, la reelección de legisladores podría volverse el factótum de un sistema de contrapesos efectivos para el sistema político mexicano. El problema es que lo opuesto también es cierto: mal concebida, la reelección puede ser una pesadilla, una nueva fuente de confrontación o, peor, que todo siga igual.

En "Ortodoxia", Chesterton escribió que "cuando un esquema religioso es destruido no sólo los vicios quedan expuestos. Los vicios surgen, se pasean y hacen daño. Pero las virtudes también aparecen y las virtudes se pasean de manera más desordenada, pudiendo hacer un daño mucho peor". La reelección de legisladores es un instrumento, no un fin, y como tal puede ser una virtud o un vicio: depende de cómo se estructure. Cualquiera de los dos escenarios es posible, pero ambos no son benignos.

En un mundo perfecto, la reelección de legisladores los acercaría a los votantes, obligándolos a atender sus preferencias directamente y con un costo de no hacerlo. La idea detrás de la reelección es que un Diputado o Senador que quiere seguir en su puesto hará lo posible por atender las necesidades de sus votantes para ganar su lealtad y voto. Se establece un vínculo que no comienza y concluye, como ahora, durante la campaña, sino que se torna permanente.

En todos los sistemas políticos, los individuos actúan según lo que más les conviene. Esto es la esencia de la reelección: es un mecanismo diseñado para alinear los intereses de los legisladores con los de la ciudadanía, bajo la presunción de que los primeros van a cortejar a los segundos en su actuar cotidiano si dependen de éstos para mantener su chamba. Bajo esta lógica, en un sistema político donde no hay reelección, los legisladores actuarán bajo un criterio fuertemente determinado por el interés del partido, del que depende su carrera política como antes, en el priismo, ésta dependía del Presidente. Al contrario, en un sistema electoral con reelección, los legisladores se enfocan hacia lo que preocupa a la ciudadanía: no hay nada esotérico en esto. Pero es obvio quién y qué gana y pierde en cada caso.

Es evidente la razón de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR