Luis Manuel Garza / Los Pinos

AutorLuis Manuel Garza

Desde que tengo memoria he escuchado la frase que mejor revela lo que realmente era la voluntad popular en las elecciones mexicanas, en los tiempos de la dictadura perfecta del otrora partidazo: "Las puertas de Los Pinos se abren desde adentro".

Era un hecho conocido que en el régimen dictatorial priista, el Presidente de la República era quien tenía necesariamente que designar a su sucesor, vía la candidatura presidencial tricolor, la cual garantizaba en automático el triunfo en las elecciones.

Pero en el año 2000 empezaron las excepciones, cuando Ernesto Zedillo entregó la banda presidencial a Vicente Fox; y continuaron en 2006, cuando el de las botas le entregó la estafeta del Ejecutivo federal a Felipe Calderón.

Cuando en 2012 triunfó en las elecciones Enrique Peña Nieto, algunos pensaron que se había consolidado nuestra democracia electoral, por presentarse nuevamente la alternancia en el poder, la cual constituye un presupuesto elemental en toda república que se precie de ser democrática.

Y ahora, algunos podrán pensar que esa consolidación se confirmó con el arrollador triunfo de AMLO el domingo pasado.

Pero tengo mis reservas.

Es claro que hoy en día -y tal vez por muchos sexenios más- la candidatura presidencial priista ya no es garantía de triunfo, sino más bien al contrario: aceptarla será casi como cabecear para el lado del trancazo.

Pero pese a ello, pienso que las puertas de la residencia presidencial, desde el siglo pasado hasta la fecha, no se abren desde afuera.

Lo escribí aquí hace seis años, en el contexto de la derrota de Josefina Vázquez Mota, cuando Felipe Calderón le atribuyó a su correligionaria el haber perdido las elecciones frente a Peña por no haber propuesto en su campaña lo que el ex Presidente de las balas denominó como el "eje de la continuidad".

En ese entonces, aseguré que el pésimo desempeño presidencial, la guerra contra el narco, los ríos de sangre y la tozudez del Presidente ante las críticas de la sociedad civil, entre otros errores, habían servido como catalizador en las elecciones de 2012...

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