Luis Manuel Garza/ Detectando pederastas

AutorLuis Manuel Garza

Antes, la Real Academia Española definía la pederastia como "Abuso deshonesto cometido contra los niños".

¿Cómo?-¿Acaso existe algún tipo de abuso que pueda ser calificado de honesto?

Ahora, el Diccionario de la Lengua Española lo define como "Abuso sexual cometido con niños".

Mínimo, corrigen sus errores; aunque le comento que no todo cambio es para mejorar.

Antes, en ese diccionario definían al pederasta como "El que comete pederastia" y ahora es "Hombre que comete pederastia".

¿Y las mujeres que lo hacen?

¿Existe alguna palabra diferente que defina la misma conducta, pero en ellas?

Claro, las estadísticas prácticamente excluyen a las mujeres de esa conducta, situación que resulta vergonzosa para nuestro género.

Pero como se dice por ahí, "de eso no estamos hablando". Al grano.

Algunos suponen que las personas de mala entraña tienen forzosamente que serlo y parecerlo.

Ese error ha sido la causa de que muchos niños hayan sido víctimas de pederastas (o paidófilos).

Los padres confían sus hijos al maestro, sacerdote, abuelo, "scout master", chofer o al compadre, sin conocer la bajeza de instintos que el sujeto puede esconder.

"Es que es bien lindo", dicen algunas señoras.

A veces, actuamos como si los paidófilos fueran a ponerse una gorra o camiseta que diga "I love sex with children".

Pecamos de ingenuos al dejarnos llevar por las apariencias.

Desde el escándalo de Boston he estado muy atento a lo que se escribe en diversos medios y he aprendido que la mayoría de los pederastas no parecen serlo.

No cabe duda que la prevención paterna es el más eficaz de los métodos para evitar que el fenómeno se presente.

Un hijo bien aleccionado de acuerdo a lo que un buen psicólogo pueda recomendar, será un niño más seguro.

Pero no es suficiente.

Para cumplir con la misión de proteger a nuestros hijos, debemos de ser extremadamente cautos y poner atención en los rasgos de carácter de los adultos que conviven con ellos.

"Piensa mal y acertarás", dicen.

Consultando el sitio de Internet de la ACPI (Acción contra la pornografía infantil. www.asociacion-acpi.org), he concluido lo siguiente:

  1. - Un pederasta es un abusador (aunque no todo abusador es pederasta).

    Esto implica que el paidófilo, en su vida cotidiana, muestra inclinación a abusar del más débil.

  2. - Un pederasta tiene muy baja autoestima (aunque no toda persona con la autoestima baja lo es).

    Los expertos coinciden en que ese es uno de los motivos por los que el paidófilo busca relacionarse o atacar...

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