José Luis Lezama / Tierra en llamas

AutorJosé Luis Lezama

Estocolmo y Acapulco son dos ciudades separadas por grandes distancias, geográficas, sociales, políticas, ambientales, culturales, de desarrollo y bienestar. Son a la vez un buen ejemplo de las brechas que dividen al norte del sur, al desarrollo del subdesarrollo. Las dos ciudades invitan a mirar el mundo de maneras distintas, con percepciones distintas sobre lo bello, lo bueno, lo no bueno, sobre el presente y el futuro. Es posible que los pobres de ambas ciudades tengan una imagen disímil del cielo y del infierno.

No obstante, el mes pasado parecieron unidas por una extraña hermandad, una afinidad diferente a la que obsequia el hermoso paisaje natural que, a su manera, comparten. Del 23 al 27 de septiembre el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) llevó a cabo en Estocolmo una reunión para dar a conocer la primera parte de su Quinto Reporte de Evaluación sobre la Situación Climática Mundial (AR5) en el que se reafirma, no sin cierta arrogancia, como sumamente probable ("95 por ciento de certeza científica"), que el aumento promedio en las temperaturas de la superficie terrestre planetaria a lo largo del siglo XX, el llamado calentamiento global, se debe a factores humanos, particularmente a la quema de combustibles fósiles y a la deforestación.

Los expertos reunidos en Estocolmo parecían estarle explicando a los habitantes de Acapulco las causas de su tragedia, aun cuando no pudieran hacerlo con tanta certeza científica. Acapulco, no obstante, pudo brindarle a los expertos elementos adicionales, una mayor precisión a sus conjeturas no sólo de las causas, sino de las consecuencias de la variación climática. Pudieran incluso alcanzar el ansiado 100 por ciento de certeza científica si se aventuraran a analizar los factores y las responsabilidades de la exitosa construcción social, económica y política del riesgo que en Acapulco generó decenas de miles de víctimas, particularmente entre los más pobres. Podrían descubrir, con la precisión que los funcionarios mexicanos involucrados no quieren tener, quiénes fueron los ganadores y los perdedores; los nombres de los promotores, las oficinas municipales, estatales y federales involucradas, revisar los planes, lo permisos, la puesta en práctica de las normas urbanas y ambientales para construcción y ocupación de la ciudad; pudieran revisar los registros de los solicitantes de cambios de uso del suelo, de las autorizaciones, de las concesiones otorgadas, cuáles fueron los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR