Luis F. Aguilar/ Más que gobierno

AutorLuis F. Aguilar

El colapso de la Nueva Hacienda Distributiva, el estacionamiento indefinido de la Reforma del Estado, la acumulación de rúbricas en el papel del hasta ahora inmaterial Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional y el que además los partidos nos anuncien que ya tienen fijadas sus posiciones sobre la reforma eléctrica aun antes de estudiarla y discutirla, son hechos políticos que dejan en claro que no estamos en condiciones de impulsar grandes transformaciones, que la actual gobernación democrática no puede ir más allá de la administración de la inercia del sistema heredado y que la así llamada clase política nos señala que gobernar el país es su negocio y que se trata de un negocio monopólico, reservado.

Sin embargo, la debilidad del Gobierno para impulsar las reformas estratégicas institucionales, económicas y sociales que México necesita es manifiesta. La debilidad puede significar muchas cosas, pero particularmente nos da a conocer algo nuevo e importante, a saber, que para la gobernación del país el solo Gobierno no basta y que la gobernación no es sin más equivalente al actuar gubernamental, como lo hemos creído por años.

Gobernar es una actividad que hoy, en esta circunstancia, no puede llevarse a cabo y mucho menos tener éxito sólo con las ideas, políticas y acciones del Gobierno y de la clase política. Necesita de la inteligencia y voluntad de muchos más actores, que están fuera del Gobierno, de la política y hasta del país mismo.

La distinción entre gobernación y Gobierno nos resultará probablemente algo antinatural y tal vez sea irreverente de nuestro saber político establecido, pero puede ayudarnos a entender cómo se construye la plataforma de lanzamiento del futuro del país. Y vale la pena recordar que por Gobierno se entiende democráticamente no sólo al Ejecutivo sino a los señores legisladores.

No es ninguna novedad -ver Argentina hoy y recordar décadas pasadas nuestras- que algunos gobiernos se vuelvan agentes de desgobierno social, lleven su colectividad al desastre o a ningún lado y representen un factor de riesgo, costo y daño social en lugar de ser factor de éxito, creador de valor y agente de futuro.

La novedad es la manera como los países prósperos, razonablemente seguros y con aceptable calidad de vida, se gobiernan. Nos muestran que la gobernación, es decir, el proceso mediante el cual los actores de una sociedad deciden sus objetivos de convivencia -básicos y coyunturales- y deciden la forma como coordinarán sus...

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