Luis F. Aguilar / Nuevo tiempo, otra política

AutorLuis F. Aguilar

Cambió el escenario y lo peor puede aún llegar. En el país y en el mundo no se viven tiempos optimistas y seguros, aunque sea deber de los gobernantes decirnos que está todo bajo control y que contamos con los recursos necesarios para neutralizar cualquier situación de crisis, y aunque sobren entre nosotros los políticos que siguen con sus movilizaciones a la alza, como si nada grave estuviera pasando a nuestro alrededor, y que politizan todos los asuntos de la vida social con o sin consultas públicas creyendo que la política o el gobierno tienen aún la capacidad de controlar los procesos económicos, que hoy se han vuelto adversos, recesivos y peligrosos. En el ánimo nacional e internacional hay desorientación, preguntas, incertidumbre, estado de alerta, posiciones conservadoras en gastos, compras, proyectos, inversiones, reformas. Prácticamente todos los campos de la vida nacional y mundial están en medio de tormentas económicas de malos presagios y el clima político pronostica realismo, trabajo y más trabajo, menos teoría y ensoñación.

Éste es un momento para la seriedad y la claridad, para dar la cara a problemas reales y encontrarles una solución concreta más que para soñar proyectos de reforma tan grandiosos y cautivadores como incontrolables en su realización. Si algo resulta insoportable en estos momentos son los muchos políticos autocomplacientes, demasiado seguros de sí mismos, con una visión corta y simple de las cosas, incapaces de percibir que el escenario nacional y mundial ha cambiado, creyentes que el gobierno posee aún el poder taumatúrgico de resolver cualquier problema, aunque no tengan claro y ni siquiera se hayan hecho una pregunta informada sobre la magnitud del problema mundial de desorden y recesión que vivimos, la velocidad de su expansión, la madeja interdependiente de sus causas, el impacto universal de sus efectos.

Junto con los demás países hemos registrado el impresionante aumento de precios de los alimentos (que se han duplicado en los últimos dos años) con bajos niveles de reservas de grano, el incesante aumento de los precios del crudo y derivados (¿se llegará a 200 dólares?), la desaceleración de enteros sectores industriales y de servicios, la crisis financiera que golpea justamente a las personas, empresas y países con mayor necesidad de financiamiento, el desplome del sector inmobiliario, la caída del crecimiento económico, el aumento del desempleo, la disminución del consumo, el incremento de la...

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