Luis Castillo / Destrucción nacional
| Autor | Luis Castillo |
Hay personas que tienen un talento natural para destruir las cosas. Hay algunas que lo hacen sin querer, que todo lo que tocan se les cae, lo rompen o descomponen. A este tipo de individuos se les conoce como "manitas de estómago". La gran mayoría no lo hace con dolo, y todo lo que rompen hacen el esfuerzo por repararlo. Hay otro tipo de personas que destruyen con dolo. Como, por ejemplo, nuestro Presidente. Que en lo que va de su gobierno ha sido el deterioro más rápido que me ha tocado ver en mi corta vida.
En materia de seguridad, vamos mal. La violencia, homicidios, robos, feminicidios, todo está peor que con cualquier Presidente anterior. Había una Policía Federal que, les guste o no, funcionaba, tenía inteligencia, había dentro de lo que cabe orden. Pues la desapareció con la ocurrencia de la Guardia Nacional. Misma que ya no está en manos de civiles, sino de militares. Los resultados son terribles, las masacres están en todos lados, México está en llamas cada tercer día. Esta descomposición de las instituciones de seguridad se me hace demasiado abrupta para ser fortuita. ¿Será que está planeada? ¿Se pondrá peor? ¿Cuál será el motivo ulterior para generar este caos?
Los servicios de salud en México nunca han sido buenos. El acceso nunca ha sido universal, siempre han faltado medicamentos, el servicio es malo. Ahora es peor: el Seguro Popular que se creó en el sexenio de Calderón medio jalaba y sí brindaba servicios de salud a mayor cantidad de la población. Ahora con los inventos, ocurrencias y maromas estamos peor con el llamado "IMSS-Bienestar". No se planea bien el abasto de medicamentos, hay mucha ruptura en la cadena de suministro, con el Covid-19 nos fue peor aún y no se ve para cuándo se administre de manera correcta esta institución.
Un país comunicado permite el desarrollo de sus habitantes. Puertos, carreteras, aeropuertos, trenes, metros, ciclovías, si se planean bien permiten la movilidad de los ciudadanos. Ejemplo rápido: el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México iba a ser un aeropuerto padrísimo, cerca del actual, bien comunicado, bien diseñado y seguramente rentable. Pero eso ya no existe porque el presi tuvo la ocurrencia de cancelarlo y hacer el "CHAIFA", que está más solo que Central Camionera de Tlaxcala ¡caray! De verdad que está al mando un necio "contreras" ególatra. Qué peligroso, qué triste que lo dejen hacer lo que se le ocurra.
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