Luis F. Aguilar / La insuficiencia del gobierno

AutorLuis F. Aguilar

La reforma energética ha hecho que nos preguntemos una vez más sobre el sentido y alcance de la Soberanía del Estado, la Soberanía Nacional, un concepto que (no solo) entre nosotros tiene una fuerte carga valorativa y emocional. También nos ha obligado a preguntarnos si el poder soberano del Estado es suficiente para la conducción o rectoría de la sociedad, si los gobiernos pueden por ellos mismos, con sus facultades, poderes y recursos, definir y sobre todo realizar los objetivos y futuros de bien vivir que las organizaciones y sectores de la sociedad quieren producir y alcanzar. Los dos planteamientos son complementarios porque en el mundo contemporáneo de globalización económica, predominio del capital financiero, independencia política de las organizaciones de la sociedad, autorreferencia de los individuos en sus relaciones sociales, problemas públicos que son transterritoriales en sus causas y consecuencias, el gobierno ha ido perdiendo autonomía decisoria y su instrumento de poder y mando ha perdido eficacia en muchos asuntos de interés nacional.

La cuestión de la eficacia directiva de los gobiernos es central, debido a la ineficacia evidente de muchos Estados en los asuntos de seguridad pública, crecimiento económico, protección y seguridad social. En los últimos 30 años, la ineficacia nociva de los gobiernos ha sido atribuida a su ilegitimidad, a su impotencia, a su incompetencia, a su ineficiencia y, recientemente, bajo las condiciones nacionales y mundiales contemporáneas, a su insuficiencia. Aquí está hoy el problema. ¿Puede todo el poder del Estado?

Para superar la ilegitimidad de los gobernantes, que es la principal causa de la ineficacia gubernativa, ya que la sociedad no se siente obligada a obedecer a gobernantes impuestos, arbitrarios, corruptos y mentirosos, hemos realizado reformas históricas, como la instauración del imperio universal de la ley y la democratización de los regímenes políticos. Para superar la impotencia de los gobiernos, por su carencia de recursos, poderes y capacidades, se llevaron a cabo reformas institucionales fiscales y administrativas a fin de dotarlos con las capacidades directivas necesarias o, según algunos, para devolverle las capacidades que perdió en los años neoliberales. Para no repetir las desastrosas crisis económicas, sociales y políticas, provocadas por la incompetencia y la ineficiencia de los gobiernos, debido a decisiones erróneas que desaprovecharon o utilizaron mal los recursos de...

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