Tuneo luego existo

LA AFICIÓN al tuning sobre cuatro ruedas empieza como cualquier otro hobbie: tener suficiente tiempo libre, algo de dinero para invertir (pero no quedarse sin comer) y demostrar un desmesurado gusto por los autos.

Se le llama tuning, o ya adaptado al español "tunear", a todas aquellas modificaciones personalizadas que se le realizan a un auto, una serie de mejoras que van desde la pintura exterior hasta el motor, pasando por el tablero, las llantas, los asientos y el sonido.

Esto lo saben los miembros de Element's Racing, uno de los clubes de tuning que existen dentro de la Zona Metropolitana y que se juntan desde hace poco más de 3 años en el estacionamiento de la tienda Soriana, Av. Río Nilo.

"Se inicia poco a poco, con un carro normal te vas motivando al meterle primero rodado (llantas y rines), luego le metes una facia adelante y otra atrás, todo poco a poco porque para modificarlo de un jalón está muy difícil, se le invierte mucho dinero", comentó Hugo Uriel Villegas Muñoz, quien participó en las modificaciones del auto Tsuru de su hermano, Rosario Ernesto.

La transformación del Tsuru modelo 92 se tardó aproximadamente unos 2 años y se le invirtió cerca de 120 mil pesos, desde la pintura tornasol y la facia delantera, laterales y el faldón de atrás, así como las puertas estilo Lamborghini hacia arriba, y unas serie de modificaciones al motor, sin olvidar el cambio de los interiores que van desde los asientos hasta los tapetes.

"Uno lo modifica porque somos carros diferentes, desde que salió la película Rápido y Furioso (Fast and Furious), de ahí empezamos con la motivación, y si te late hacerlo es un hobbie caro, pero tranquilo", agregó Uriel Villegas.

Por otro lado, el "styling" del auto Neón del 2000, de Erik Jr. Bueno Bañuelos, luce un espectacular diseño aerografiado de la figura de un dragón en la parte exterior, en colores verde y blanco, y se le añadieron spoilers delanteros, trasero y a los costados, alerón, así como tapiz en tacto piel y un equipo de sonido, con amplificadores en luz neón, entre otras cosas, lo que suma alrededor de 100 pesos.

"Es más que nada darle personalidad al auto, ya que no se tiene el dinero para tener un auto deportivo hay que demostrar que también un auto (cualquiera) puede tomar una forma deportiva y en cierto aspecto personalizarlo al gusto de cada uno, en sí son una obra de arte", aclaró Erik Bueno.

Llamativo y fuera de lo común, así se ve también el Honda Accord 92 de Javier Andrade Gómez, del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR