Lucrecia Lozano / Anclaje corporativista

AutorLucrecia Lozano

"No le hacen caso al Congreso, tenemos que darnos nuestro lugar como Congreso", señaló casi en tono de queja el Senador perredista Fernando Enrique Mayans.

El comentario surgió a raíz de la tardanza -¿o negativa?- de la dirección de Pemex para responder a los requerimientos de Diputados y Senadores de entregar un informe sobre observaciones hechas hace meses por la Auditoría Superior de la Federación en la revisión de la cuenta pública 2015. También para aclarar sobre el opaco manejo de recursos por parte de funcionarios de la empresa.

Mientras los legisladores enfatizan en la obligación de los directivos de rendir cuentas, las autoridades de la paraestatal, lo mismo que su sindicato, parecen manejarse por una vía independiente y ajena a toda supervisión oficial y legal, en donde la rendición de cuentas es más una acción voluntaria o una graciosa concesión que un imperativo constitucional.

Ésa ha sido la conducta tradicional de Pemex y su todavía poderoso sindicato. No tan influyente como en el pasado, cuando la economía nacional dependía de la bonanza petrolera y los líderes gremiales quitaban y ponían a los directores de la estratégica empresa, pero todavía con la fuerza para incidir en la reforma de la paraestatal y sembrar de piedras el camino de su imperiosa modernización.

La capacidad negociadora del sindicato y de su sempiterno líder, Carlos Romero Deschamps, se pondrá a prueba en la próxima negociación del contrato colectivo que tendrá vigencia en el bienio 2017-2019.

La revisión plantea una reducción de la nómina, que en 2015 sumaba poco más de 138 mil agremiados. También proyecta eliminar la herencia de plazas, práctica implantada en los tiempos de apogeo del corporativismo sindical y que marcha a contracorriente de toda racionalidad económica y eficiencia productiva.

Otro tema que igualmente convocará a debate es el recorte de los bonos de gasolina y gas LP, prestación que, como sucede con los agremiados de la Comisión Federal de Electricidad, genera privilegios y un consumo irresponsable y costoso a cuenta de los bolsillos de los usuarios, que sí pagan por tales servicios y están sometidos a un constante...

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