Lucha Xochicalco contra contaminación

AutorRaquel Fierro

REFORMA / Morelos

TEMIXCO.- Un promedio de medio millón de visitantes al año y las 707 hectáreas (más de 7 millones de metros cuadrados) han convertido a la zona arqueológica de Xochicalco en la quinta a nivel nacional por afluencia, pero sobre todo en una de las más reconocidas por su estado de conservación.

Seguramente esto influyó también para que en 1999 recibiera la declaración de Patrimonio de la Humanidad después de estar abierta al público desde 1909 y en un concepto moderno desde 1960, además de que formó parte de un programa nacional de restauración y excavación entre 1992 y 1994.

De sus 707 hectáreas se estima que sólo una mínima parte se encuentra estudiada y en exhibición.

Marco Antonio Santos Ramírez, director del museo de sitio y de la zona arqueológica de Xochicalco, comenta que no ha sido tan difícil procurar que el lugar se mantenga en buen estado.

Su mayor problema ahora es luchar contra la contaminación ambiental y visual que afecta la región, por la existencia de un inmenso basurero a cielo abierto ubicado a menos de un kilómetro a la redonda.

"Desde que asumí el cargo han pasado tres gobernadores y ha sido difícil implementar medidas que se cumplan verdaderamente para mejorar la situación", añadió.

Además de la concentración de desechos sólidos de por lo menos ocho municipios a la redonda (Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Emiliano Zapata, entre otros) y las lagunas de lixiviados que eventualmente se forman dañando los mantos acuíferos, está el olor que provoca o los humos de las quemas que anualmente se efectúan para tener más espacio.

Los vecinos de pueblos como Tetlama, Cuentepec y Alpuyeca coinciden en que los incendios que se dan "casualmente" cada año son provocados por los encargados del basurero, sin que las autoridades de Temixco -demarcación a la que pertenece-, de Cuernavaca -municipio que más desechos genera- o el Gobierno estatal hagan algo para solucionar el problema.

A lo anterior se agrega la mala imagen que se llevan los visitantes, porque a lo largo de cinco kilómetros de los bordes de la carretera Temixco-Miacatlán, antes de llegar a Xochicalco, se ha dado la proliferación de cientos de pequeños tiraderos clandestinos, donde hay desde desechos domésticos de camiones que no quisieron llegar hasta el área del basurero hasta material industrial o comercial de desecho o escombros de construcciones o casas de descanso cercanas.

"Hemos participado como institución (INAH) recientemente en programas para...

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