¡...La lucha sigue!
| Autor | Francisco Morales V. |
MÉXICO.- El dirigente campesino Álvaro López Ríos, ex Diputado federal, asegura que no es homofóbico. Incluso antes de que se lo pregunten, ya trae la declaración lista, a la orden, para cualquier micrófono.
"Yo respeto la libertad de los mexicanos en materia sexual, cada quien es dueño de su cuerpo y lo puede usar como le dé la gana, lo que no se puede usar cómo se dé la gana es la imagen de Zapata, el héroe, el caudillo", asegura, sentado en el centro de la escalinata principal del Palacio de Bellas Artes.
López Ríos, no-homofóbico, convocó a un centenar de integrantes del Frente Auténtico del Campo (FAC) para tomar el recinto hasta que se descuelgue de uno de sus muros un cuadro que a él no le gusta: La Revolución, del artista Fabián Cháirez, que muestra a Emiliano Zapata, desnudo, en tacones y sombrero rosa, montado sobre un caballo blanco con el miembro erecto. El listón tricolor que le rodea el torso revolotea con el viento, mientras el caudillo posa sensual.
¿Y qué le molesta a López Ríos, "El Profe", líder de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y ex legislador perredista? Precisamente eso, lo "afeminado". "Que, contrario a la imagen y a la historia del personaje y del héroe, haya una persona que lo pinte con cuerpo de mujer y con zapatillas de mujer", responde.
"Es una ofensa, es denigrante", lo secunda una mujer del contingente que piensa lo mismo, como a cualquiera al que se le pregunte dentro de ese contingente.
Con banderas verdes de la UNTA e insignias de las otras organizaciones que componen al frente, los campesinos se plantan en las escaleras de Bellas Artes e impiden el paso a la muestra Emiliano Zapata después de Zapata, la que, entre más de cien obras -tanto realistas como alegóricas- exhibe la pintura de Cháirez.
Llegaron azuzados por una declaración que Jorge Zapata González, nieto del Caudillo del Sur, había dado un día antes: "Mucha gente, mucha gente, me ha pedido que vayamos a Bellas Artes a tomar ese cuadro y quemarlo, pero nosotros somos respetuosos de las instituciones y lo vamos a conducir de la mejor manera".
Los cánticos pidieron "¡que la quemen! ¡que la quemen!" resonaron por el Palacio, ante un personal azorado que acuarteló las obras antes de que cualquier intento de hacerlo pudiera producirse.
En vano, Miguel Fernández Félix, director del museo del recinto, descendió por las escaleras a recibir a los manifestantes e invitarlos a recorrer la muestra.
"¡Todos ustedes son bienvenidos al Palacio...
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