La lucha por la Casa Blanca

AutorGenaro Lozano

A un año de que los estadounidenses decidan si George Bush se queda o no en la Casa Blanca, la posguerra en Iraq es un tema de política exterior que ocupa el lugar prioritario que tradicionalmente tiene la economía u otros asuntos de política interior en la elección presidencial.

El hecho de que las dos figuras más populares del espectro político estadounidense -el Presidente republicano George W. Bush y la senadora demócrata Hillary Rodham Clinton- hayan visitado Bagdad en una de las fechas más simbólicas para los estadounidenses, el Día de Acción de Gracias, no sólo enmarca a Iraq como el tema prioritario de la contienda, sino que inaugura oficialmente la lucha por la Presidencia de Estados Unidos.

Rememorando el dramático aterrizaje que hiciera Bush en el portaaviones Lincoln el pasado 1 de mayo en el que cantaba una temprana victoria por la guerra en Iraq, los estadounidenses vieron esta semana a su Presidente poner en riesgo su vida al visitar una zona de guerra para agradecer el apoyo de sus Fuerzas Armadas por "hacer de Estados Unidos un lugar más seguro".

La visita ultrasecreta de Bush a Iraq tuvo un efecto teatral y mediático efectivo e inmediato. Mientras millones de estadounidenses convivían en casa con sus familias, la imagen de Bush partiendo el pavo para sus tropas en Bagdad dominaba los canales de televisión. Sin embargo, el beneficio a largo plazo de una maniobra como ésa no es claro.

Bush visita Bagdad en un momento en el que los estadounidenses se muestran cada vez menos de acuerdo con la forma en la que se maneja la posguerra en Iraq. La última encuesta del diario Los Angeles Times revela que un 51 por ciento de los estadounidenses reprueba el manejo de la posguerra en Iraq, mientras otro 48 por ciento cree que valió la pena luchar en ese país, contra más del 70 por ciento que lo creía en abril.

El viaje a Iraq también ocurrió cuando Gallup acababa de hacer pública su última encuesta, realizada entre el 14 y el 16 de noviembre, y en la que a pesar de que aún no está definido quién será el candidato demócrata, se reveló que un 33 por ciento del electorado afirmó que no votaría por Bush en el 2004, pese a los signos de recuperación de la economía estadounidense.

Gallup indicó también que la brecha del interés para el electorado entre la economía, situada como tema principal por el 29 por ciento de los encuestados, y la posguerra en Iraq, con el 23 por ciento, empezaba a cerrarse ya desde el 12 de noviembre.

A diferencia del...

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