Lluvias dejan suelo de la CDMX frágil para sismo

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 21 (EL UNIVERSAL).- Para el subdirector de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Agustín Tagle Urrutia, las lluvias intensas que sufrió la Ciudad de México hace un mes tomaron relevancia en el sismo de 7.1 grados de magnitud que azotó a la capital del país el pasado martes por la tarde.

"Hace dos meses, mes y medio, sufrimos por grandes cantidades de lluvia que generaron inundaciones, lo que es del agua regresa al agua, hay que recordar que toda esta parte de la Ciudad de México era un gran lago, entonces lo que tenemos son suelos de tipo limo arcillosos, aunque mucho es de ceniza volcánica se comporta como arcilla y cuando se hidratan se vuelven como plásticas", asegura Tagle Urrutia.

El geógrafo de la UNAM, explica que lo que pasó fue una suma de factores. "Cuando llueve con muchas ganas las arcillas se empiezan a hidratar y se convierten en una especie de gelatina, además estamos rodeados por una serie de volcanes, de cadenas montañosas, que serían el borde de nuestra tina (Ciudad de México), el sismo ocurrió fuera de la tina pero pegó contra ella e hizo que se moviera todo lo que estaba adentro y por eso es que lo sentimos trepidatorio".

De acuerdo con Tagle, que el sismo del 19 de septiembre empezara con movimientos trepidatorios hizo que la gente pudiera darse cuenta de que estaba temblando y así evacuar más rápido. "Generalmente en todos los temblores se presentan los dos movimientos, trepidatorio y oscilatorio, pero el martes fue muy evidente que fue trepidatorio al inicio y después oscilatorio, eso fue lo que nos puso en alerta y permitió que la gente saliera muy rápido de donde estaba".

La razón de que no sonara la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR