Lluvia de 'pedradas'

CANCHA / STAFF

GINEBRA.- El Tour de Suiza tuvo ayer un inesperado visitante, grandes granizos que no sólo interrumpieron la competencia, si no que dejaron marcas en la humanidad de algunos miembros del pelotón.

La sexta etapa que se corrió ayer quedó en manos de Thomas Dekker, pero la nota la dieron los pedazos de hielo del tamaño de una pelota de ping pong o incluso más grandes, y las cuales propiciaron que la etapa se redujera de 190.8 a 95 kilómetros.

La gran cantidad de hielo que cubría las carreteras de la región de Gnosca antes de la arrancada provocó que el pelotón se moviera a Ullrichen, de donde finalmente arrancó la sexta etapa.

El hielo, la neblina y la fuerte lluvia dejaron estragos en los caminos, los autos y en las bicicletas, pero incluso en la espalda de corredores como Filippo Pozzato, del Liquigas, quien presentó inflamaciones diversas en la espalda y hombros a causa de la fuerte granizada.

Dekker, de 22 años y considerado un futuro aspirante al título en el Tour de Francia, mostró su vigor en una empinada...

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