La lloran sus familiares

AutorÓscar Cid de León y con información de Dora Luz Haw

MÉXICO.- El cuerpo de Leonora Carrington descansa desde ayer en el Panteón Británico. Su ataúd tocó tierra cuando faltaban cinco minutos para las dos de la tarde, la hora anunciada.

La familia, hermética, que había llevado su muerte casi como un secreto, pidió intimidad. Incluso el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, atendiendo a ese deseo, echó atrás la intención de ir a despedirla.

Sólo una treintena de personas presenciaron el sepelio, encabezado por los dos hijos de la artista, Gabriel y Pablo Weisz, y sus nueras, Martha Patricia y Wendy.

En las puertas del panteón, Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, transmitió a los medios un mensaje que enviaban los deudos: "Sabemos que todos la quieren, pero es nuestra madre y queremos estar a solas con ella".

La funcionaria decidió no quedarse. Apenas habló con la prensa, partió.

Mientras tanto, en el fondo del panteón, en el extremo derecho, el cuerpo de Carrington comenzaba a descender en un silencio que de pronto era...

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