Lleva la luz de Chihuahua hasta Francia

AutorIvanovich Torres

TOULOUSE.- La obra de Carlos Torres, pintor mexicano radicado en París, es un llamado a la imaginación. Incluso, si se agudiza la mirada en cualquiera de sus obras, es posible ver la luz que cae tranquilamente sobre su natal Peña Blanca (1949), un pueblo ubicado en las montañas de Chihuahua.

Este mes cumple 30 años de vivir en Francia, donde ha desarrollado gran parte de su obra, pero al llegar a París, el plan, como dice, era trabajar sólo 15 días con Carlos Cruz, artista venezolano; el plazo luego se extendió a 10 años.

Los cuadros de Torres se exhibieron, de abril a junio de este año, en el Museo de Arte Moderno de Moscú, recinto al que donó un cuadro. Es el segundo artista mexicano en mostrar su obra al público ruso (el primero fue Morales).

Torres inició sus trabajos en blanco y negro; al principio se fotografiaba para de ahí extraer algún gesto que fuese el punto de partida de un trazo.

"Es así como comencé a obturar las imágenes", comenta. "Al entrar el color (a mis cuadros) empecé a trabajar con obturar parte de la imagen; es decir, que al terminar el cuadro obturaba la mayor parte o la desaparecía".

La evolución de su obra fue yéndose así a la fragmentación de los cuadros, los signos y colores, donde el público hace su parte al imaginar lo que está oculto.

"El mismo cuadro tiene una lectura diferente aquí que en otro país. En Moscú se le asoció con lo irreverente, en México con lo clásico y lo conceptual, mientras que en Francia es la sensibilidad que hay en los colores", expresa el artista.

La materia prima del artista mexicano es la luz, misma que sale de cada uno de sus cuadros.

"Yo soy de...

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