Lleva Hagerman alas a El Eco

AutorLourdes Zambrano

La arquitectura emocional, el manifiesto de Mathias Goeritz, fue esencial para que Jerónimo Hagerman desarrollara el proyecto Y si pudiera volar... ¿qué tan alto llegaría?, que se inaugura este sábado en el Museo Experimental El Eco.

El concepto primario fue la relación entre interior y exterior que Goeritz quería diluir. Hagerman instaló un círculo de macetas de bambú que atraviesa paredes y forma un nuevo exterior en la sala y un nuevo interior en el patio.

"El manifiesto de arquitectura emocional habla de una relación más espiritual con el lugar. Mathias estaba buscando algo que la arquitectura funcionalista había perdido. Trata de regresar a un sentimiento más espiritual, de conectarse con lo divino.

"Empecé a trabajar con esta idea de borrar y de entender las fronteras que había en El Eco entre el interior y el exterior, comentó el artista visual mexicano.

Reconocido por utilizar plantas en sus instalaciones, Hagerman complementa ésta con espejos redondos colocados en lo alto de las paredes, tanto adentro como en el patio.

Los espejos funcionarán como reflectores conforme el Sol cambie de posición, creando efectos lumínicos.

Hagerman explicó que utiliza las plantas no sólo por estética, sino porque le interesa cómo funcionan, la fotosíntesis, en la cual el Sol es la energía fundamental para crear la vida.

El elemento final es una instalación de antenas-bebederos para pájaros en el patio. Aunque tienen la forma tradicional de una antena de...

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