Lleva La Fura Terrorismo a Escena
| Autor | Ãscar Cid de León |
Cuando un grupo de rebeldes chechenos entró en octubre de 2002 al Teatro Dubrovka de Moscú, manteniendo cautivas durante tres días a más de 700 personas, la prensa internacional se volcó en una cobertura mediática que en el fondo tenía un tufo "macabramente teatral".
La tragedia, que se saldó con la muerte de 117 rehenes y 50 secuestradores, es el germen de una singular versión de La Fura dels Baus del clásico de Aleksandr Pushkin, Boris Godunov, a cuyo argumento la compañía catalana ha añadido la irrupción de una célula terrorista que secuestra a actores y audiencia mientras se desarrolla la función.
"Se trata de una obra dentro de otra obra", precisa en entrevista el dramaturgo español David Plana, a quien los fureros encargaron el guión.
La puesta en escena no busca recrear los hechos del Dubrov-ka, sino provocar una reflexión en torno al terrorismo, teniendo como fondo la obra de Pushkin. El espectador asiste en todo momento a la representación de Boris Godunov, hasta que se ve sorprendido por la irrupción violenta de un grupo de hombres armados que se apropia de la sala y el escenario.
"La obra de Pushkin expresa muy bien muchas cosas de las que queríamos hablar: del poder, de la atracción por el poder, de la ambición desmedida por conseguirlo y del asalto al poder a través de la violencia y de las armas", explica Plana. "Claro que hemos modificado el texto, primero para imprimirle un lenguaje un poquito más contemporáneo y, después, para adaptar una dramaturgia que en unas cuantas escenas resuma todo el argumento".
Tras cuatro años de ausencia, La Fura vuelve a México con este espectáculo, que se presentará del 23 al 25 de septiembre en el Teatro Metropólitan, recinto donde se experimentará algo del terror de que fue preso el público del Dubrovka mientras se desarrollaba el musical Nord-Ost.
Bajo la dirección de Alex Ollé, fundador de la célebre compañía surgida en Barcelona hace tres décadas, Boris Godunov podría ser una obra no muy recomendable para públicos sensibles.
"Es un espectáculo que impacta", reconoce Plana, quien vaticina que algunos espectadores no sólo se sorprenderán con el argumento, sino que incluso pueden llegar a ser presas del estrés.
Cuando se estrenó en 2008, en una función en Rubí, un pueblo cercano a Barcelona, el teatro tenía...
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