Lleva Coronel Rivera su 'familia' al Munal
| Autor | Virginia Bautista |
Como "una suerte de familia" y "una mágica compañía" define Juan Coronel Rivera (Ciudad de México, 1961) a las fotografías, pinturas y piezas de arte popular que colecciona desde hace décadas y que habitan todos los rincones de su casa.
"Veo a las cosas como personas. Creo que los objetos tienen una carga especial que perdura aun después de nuestra muerte, por eso me gustan", afirma el hijo del pintor Rafael Coronel y nieto del muralista Diego Rivera.
El curador y crítico de arte está convencido de haber heredado de su familia la pasión por el coleccionismo. "Mi abuelo coleccionaba, mi tío Pedro Coronel, mi padre, mis tías. En mi casa todo mundo juntaba algo. Creo que tiene que ver con la genética".
En su casa de San Jerónimo, el egresado de Letras y Lenguas Hispánicas de la UNAM alberga un acervo de 15 mil piezas de cerámica y 10 mil fotografías de autores mexicanos y extranjeros, junto con máscaras, arte africano, pinturas, dibujos, una biblioteca y un gran archivo que reúne los documentos de su familia.
Coronel Rivera ha decidido exhibir, por primera vez como conjunto unitario, 304 piezas de su colección favorita, la de cerámica en barro, en la muestra Tu barro suena a plata -título inspirado en el poema Suave patria de Ramón López Velarde-, que se inaugurará el 29 de julio, a las 20:00 horas, en el Museo Nacional de Arte (Munal).
Platos, tazas, dioses, venados, ranas y todo lo que la imaginería popular es capaz de crear con barro será mostrado como una obra de arte. "Esa es la apuesta. Quiero que juzguen el acervo desde una perspectiva artística y escultórica, no como jarros o cazuelas. Parto de la idea de que poseen un valor escultórico".
Esta forma de concebir el arte popular, recuerda, la aprendió de sus progenitores, Coronel y Ruth Rivera, quienes eran capaces de quedarse sin dinero por comprar unas urnas funerarias zapotecas.
La vivencia más clara que tiene de su padre, quien reside en Cuernavaca desde 1981, son sus paseos por La Lagunilla en busca de máscaras u otras piezas.
"El es una persona inteligente, con un sentido práctico de la vida, de decisiones rápidas y con un talento pictórico impresionante. Es un buen papá. Me habla y me dice 'ponte un suéter que hace frío'. Es una relación buena y cercana. De chico me cuidaba mucho, porque mi madre murió cuando tenía 8 años. Siempre me recuerdo agarrado de su pierna, y ahora compartimos el gusto por coleccionar".
Coronel Rivera lamenta no haber conocido a su abuelo Diego. "Lo que sé...
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